La vida de Silvia Bronchalo en Tailandia: visitas de 15 minutos a su hijo en la cárcel y encerrada en casa

Está siendo el verano más complicado para Silvia Bronchalo, sin duda. Su hijo, Daniel Sancho, ha sido acusado de asesinar y descuartizar al cirujano Edwin Arrieta. Después de aterrizar en Tailandia hace casi diez días, la exactriz y expareja del actor Rodolfo Sancho no se mueve del hotel en el que pasa los días y las noches.

Las visitas al chef de 29 años, que confesó el crimen, son de 15 minutos, a través de un cristal, mientras varios funcionarios de la cárcel los observan. No les dejan tocarse ni tener intimidad, todo sucede bajo la atenta mirada de los trabajadores. Bronchalo ha visitado en siete ocasiones a su hijo, pero los fines de semana no está permitida la entrada de familiares o amigos para ver a los presos. Estas son sus horas más largas y duras para ella.

Se encuentra recluída en su habitación de hotel. Ninguno de sus amigos o familiares la ha acompañado en este viaje y no sale en ningún momento. Tampoco acude a desayunar al comedor, ni pasea por el edificio. ¿La razón? Según trabajadores del hotel, «tiene pánico » y no se siente segura. Teme ser abordada por medios de comunicación y que le fotografíen, así que, para protegerse, ha optado por no pisar la calle, salvo para visitar a su hijo.

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Por ahora no se sabe cuándo acabará la estancia de la madre de Daniel Sancho, pero se cree que alargará su viaje. Es posible que coincida con su exmarido. Según las últimas informaciones, el actor estaría a punto de trasladarse a Tailandia, pero aún no se ha concretado la fecha de su llegada.

Rodolfo Sancho ha pedido a la prensa que se haga una cobertura «responsable» y, aseguran, su intención de hablar con los medios una vez esté en el país tailandés. La prisión en la que se encuentra su hijo, Koh Samui, ha tomado medidas para evitar la aglomeración de cámaras, fotógrafos y periodistas en la entrada del edificio.

El padre de Daniel Sancho ha pedido que la prensa se retire de las puertas de la prisión, manifestando que la situación no beneficia a su hijo. La portavoz de la familia, Carmen Balfagón, ha mostrado preocupación por el impacto negativo que la alta presión mediática está teniendo en las autoridades tailandesas: «Vamos a crear un incidente donde no lo había y esto no va a beneficiar a Daniel en absoluto».