La tensión y la emoción se apoderaron de la última gala de 'El Desafío'. En una noche cargada de adrenalina, Victoria Federica se enfrentó a una de las pruebas más angustiosas de la edición: Fuga Extrema. Un reto de escapismo bajo el agua que la llevó al límite mentalmente. Tras una decepcionante prueba de apnea, la nieta del rey emérito volvió a desafiar sus miedos en una urna de cristal que se iba llenando de agua, enfrentándose a un examen que ya había resultado imposible para otros concursantes en ediciones anteriores.
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«Llevo toda la semana soñando con la urna. Me gusta la adrenalina, estoy muy motivada», confesaba en los días previos al desafío. Sin embargo, su determinación se vio empañada por el miedo cuando tuvo que ser rescatada de urgencia en uno de los entrenamientos. «¡La sacamos!», gritaba su entrenador mientras la joven, completamente desencajada, intentaba recuperar la calma.
A pesar de ello, decidió enfrentar el momento. La mecánica de la prueba consistía en tapar ocho orificios de la urna por donde entraba agua a borbotones. Pero había una trampa: uno de los tapones era falso, y si lo utilizaba, perdería un tiempo valiosísimo.
El momento de la verdad llegó. Con el agua subiendo rápidamente y la respiración cada vez más dificultosa, la tensión se apoderó del plató. «Me da miedo. Me da claustrofobia y mucho agobio», admitió Victoria justo antes de introducirse en la urna. Mientras intentaba bloquear las salidas de agua, el pánico se hizo evidente en su rostro. «¡Se está agobiando! Ese tapón se le resiste», narraba Roberto Leal con evidente preocupación.
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Entre jadeos y con el tiempo jugando en su contra, la concursante parecía estar al borde del colapso. Sin embargo, en un último esfuerzo, logró tapar todas las aperturas y completar la prueba. «Estoy hiperventilando, pero estoy contenta porque solo lo había conseguido una vez», declaró visiblemente emocionada tras salir del agua.
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El esfuerzo de Victoria Federica no pasó desapercibido. El público y sus compañeros estallaron en una gran ovación, mientras que el jurado, aún en shock, aplaudía su valentía. La tensión vivida fue tal que incluso Roberto Brasero y Genoveva Casanova rompieron a llorar, incapaces de contener la emoción tras ver el sufrimiento de su compañera.
Pero la sorpresa de la noche llegó cuando se anunció que Victoria Federica se había convertido en la ganadora de la gala. Su increíble desempeño en Fuga Extrema le otorgó los 10.000 euros de premio, que decidió donar a la Fundación Aladina. «Considero que la labor que hacen es fundamental. Ojalá sigan ayudando a todos los niños», expresó con emoción.
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