¿Por qué sigue Daniel Sancho todavía en la enfermería?

¿El motivo? Según apunta Vicente Cacho, representante de la embajada en el país asiático, y que acompaña en todo momento a la madre del joven, Silvia Bronchalo, es que sufre un problema de salud, una hernia discal de la que está siendo tratado, y que le mantendrá en la enfermería de la prisión «hasta nuevo aviso». Esta misma fuente ha confirmado que Sancho «se encuentra bien, y está tranquilo», y que pese a todo «está fuerte y más subido de ánimo» que en días anteriores. «Es una persona fuerte y entera».

El hijo del actor Rodolfo Sancho ya ha recibido varias visitas de su madre en la cárcel. La exactriz, en las puertas del propio centro penitenciario, dio este viernes las gracias a los medios de comunicación por «el interés, el respeto y la empatía» que están mostrando, asegurando también que Daniel, después de diez días encarcelado, «está tranquilo». «Está bastante mejor, dentro de lo que cabe. Ya se resolverá la situación», añadió, apuntando que ella aún está tratando de digerir todo lo que ha ocurrido. «Nadie se espera una cosa así, nadie está preparado para recibir una noticia así, no nos prepara nadie para esto...», confesó.

Bronchalo es de momento la única persona del entorno de Sancho que se ha desplazado hasta el país asiático, pese a que puede recibir visitas de sus abogados y familiares a diario después de completar el aislamiento que marca el protocolo sanitario por el coronavirus aplicado a los nuevos reos.

Al español aún le esperan unos cuántos meses hasta que la Corte Judicial decida su futuro. Si Sancho fuese declarado culpable y condenado a muerte, sería trasladado a la prisión de Bang Kwang, más conocida como 'Bangkok Hilton'. Allí aguardan aproximadamente 500 personas que esperan en el corredor de la muerte. Entre las rejas, puedes encontrar de todo: asesinos en serie, traficantes, extranjeros... Muchos llaman a esta cárcel el Alcatraz tailandés por las extremas condiciones en las que viven los presos.

Abandonar esa cárcel es complicado. Solo una carta de indulto del rey tailandés abre dicha posibilidad aunque la pena de muerte acabe convirtiéndose en una cadena perpetua. En las últimos dos décadas, solo tres presos, y todos tailandeses, han sido ajusticiados: dos por narcotráfico, uno por asesinato.