Sara Carbonero se despide de su abuela unos días después de celebrar los cien años

Leire Moro

Miércoles, 12 de marzo 2025, 15:59 | Actualizado 17:13h.

Comenta

Sara Carbonero vuelve a pasar por un triste momento. Su abuela materna, Máxima Salazar, ha fallecido este martes, tan solo unos días después de cumplir los cien años. Un inesperado golpe para la familia, ya que la mujer tenía un buen estado de salud.

Carbonero, que siempre ha mostrado una conexión especial con su abuela, pudo celebrar con ella un cumpleaños muy especial en Corral de Almaguer, en Toledo, junto a toda la familia. Tan solo tres días antes de fallecer, Sara le dedicaba un emotivo mensaje en redes sociales, en el que dejaba clara su admiración y el amor incondicional que sentía por ella.

«Abuelita, un siglo de amor. Que vamos a batir un récord, te lo prometo», escribió en Instagram junto a un carrusel de fotografías de la celebración. En esa publicación, la periodista destacaba el papel fundamental que su abuela había tenido en su vida y en la de toda su familia: «Eres la matriarca de la familia, madre, abuela y bisabuela. Estás en todos mis mejores recuerdos de infancia».

Carbonero recordaba con cariño los momentos compartidos con Máxima, desde las historias que le contaba antes de dormir hasta las vendimias en el pueblo. Su abuela, decía, había sido un pilar en su vida: «Eres paciencia, refugio, raíz, el lugar al que volver para encontrarme. Deberías ser eterna».

La periodista también resaltaba la personalidad de su abuela, una mujer adelantada a su época: «La que no vestía de negro, la que viajaba y conocía mundo. La soñadora, la idealista». Ahora, tras su repentina partida, quedan los recuerdos y el consuelo de haber podido compartir con ella un último gran homenaje en su 100 cumpleaños.

Según informa ¡Hola!, aunque el fallecimiento ha sido inesperado, la familia encuentra cierto alivio en que Máxima se marchó «tranquila y en paz», después de haber disfrutado de una vida larga y plena. Por el momento, Sara no se ha pronunciado sobre esta pérdida, pero sus palabras del sábado cobran especial valor en este momento. «Gracias a la vida por permitirnos disfrutarte y aprender tanto de ti. Gracias a ti por mantener a nuestra familia unida, como hoy; no ha faltado absolutamente nadie para celebrarte»