La reina Letizia se fractura un dedo del pie en un accidente doméstico y acude con zapatillas al Teatro Real

La reina Letizia ha vuelto a dar protagonismo, de forma involuntaria, a sus pies, esa parte del cuerpo que tanto le está dando la lata. En esta ocasión, no ha tenido nada que ver el neuroma de Morton que la monarca sufre desde hace años tras pasarle factura el uso desmedido de altísimos tacones. Este lunes ha sorprendido a su llegada al Teatro Real luciendo unas zapatillas deportivas debido a un accidente doméstico en el que se ha fracturado un dedo del pie derecho.

«Una mala suerte, pero se cura», ha dicho la esposa de Felipe VI en 'EmociónArte', el concierto organizado por la Fundación Princesa de Girona que ha presidido este lunes. Letizia no ha querido interrumpir su agenda y ha acudido, a pesar de la lesión, a conocer esta iniciativa que fomenta la educación en bienestar emocional entre los jóvenes.

El accidente tuvo lugar la semana pasada. Según ha informado Zarzuela, Doña Letizia se golpeó en su residencia con una mesa cuando iba descalza y se produjo una «fractura en la falange proximal del dedo central del pie derecho». Fuentes de la casa real han explicado que Doña Letizia acudió el sábado «con fuertes dolores» al acto con motivo del 40 aniversario de la jura de bandera del Rey Felipe VI en la Academia General del Ejército de Tierra en Zaragoza, a la que también asistió la Princesa Leonor.

Pese a que los médicos le han recomendado hielo y reposo, la Reina tiene voluntad de seguir adelante con su agenda prevista de actividades, aunque para ello se vea obligada en las próximas semanas a acudir con calzado más cómodo, incluso a actos oficiales o de gala, hasta la consolidación de la falange fracturada.

Para tratar esta leve lesión se le ha practicado una sindactilia terapéutica. Letizia se ha mostrado optimista y ha recordado que se trata de una lesión que «se cura en nada», pero adelantado que tendrá que estar un tiempo llevando calzado plano. Por tanto, se bajará de los tacones hasta recuperarse plenamente.

Una recomendación que los médicos ya le habían prescrito debido a la patología que sufre en su otro pie, el izquierdo. Esta dolencia viene a sumarse al neuroma de Morton, que le provoca dolores si permanece mucho tiempo de pie sin moverse y que durante el reciente viaje de Estado a Países Bajos le obligó a permanecer sentada durante el besamanos previo a la cena de gala.

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