El príncipe Harry asegura que mató a 25 talibanes en Afganistán

De momento, el libro no está a la venta y todo lo que se ha filtrado son resúmenes de anécdotas. El martes será cuando se pueda comprar oficialmente porque por error, este jueves ya se pudieron adquirir varios en España. El duque de Sussex, que ha renunciado a parte de sus privilegios y vive en Estados Unidos, mantiene una cruzada con su familia, a la que acusa de obligarle a elegir entre ellos y su mujer, la actriz Meghan Markle.

Con esto como telón de fondo y con un documental recién salido del horno sobre ello, ha editado unas memorias, que escribe JR Moehringer a partir de conversaciones entre ambos, en las que repasa alguno de los capítulos más controvertidos de su todavía corta vida: tiene 38 años. Entre ellos, su trabajo militar. Afirma que participó en seis misiones y en todas ellas hubo muerte, pero «justificables» «No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas», desliza el hijo menor del rey Carlos III.

También revela que consumió cocaína y marihuana cuando era adolescente y que habló como una mujer con «poderes», lo que podría entenderse como una vidente, para comunicarse con su madre fallecida. Al parecer, Harry quería saber si Diana de Gales aprobaba su decisión de marcharse de Londres para iniciar una nueva vida con su mujer y su entonces único hijo (ahora tiene dos).

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Pelea con su hermano

Otro de esos capítulos que son auténtica pólvora aborda la relación de Enrique con Guillermo. Según el testimonio del primero, llegaron a las manos en 2019. Fue en el palacio de Kensington, cuando el mayor alificó a Meghan Markel como «difícil», «grosera» y áspera«.

«Todo sucedió tan rápido. Muy rápido. Me agarró por el cuello, rasgó mi collar y me tiró al suelo. Aterricé en el plato del perro, que se partió debajo de mi espalda, los pedazos me cortaron. Me quedé allí por un momento, aturdido, luego me puse de pie y le dije que saliera», ha contado Harry.