El posado invernal de la familia real holandesa

El escenario elegido fue la estación de esquí austriaca de Lech, uno de los lugares favoritos de Guillermo para practicar este deporte, a pesar de que allí, el príncipe Friso, su otro hermano, tuvo un accidente que le dejó en coma durante 18 meses hasta que falleció en agosto de 2013.

El encuentro con la prensa comenzó sobre las diez de la mañana y se prolongó durante 20 minutos, más de lo habitual en los últimos años. Por primera vez algunos medios holandeses han sido vetados en el posado por no haber respetado la privacidad de la familia real el pasado mes de diciembre durante el estreno de la obra teatral escrita por la heredera al trono, la princesa Amalia, unos días después de cumplir los 16 años.

Algunas publicaciones captaron entonces fotografías de una cita que despertaba el interés mediático, aunque la presión de la Casa Real impidió que las imágenas vieran la luz. Ayer la joven princesa de Orange fue otra de las protagonistas de la sesión en la nieve, al lucir por primera vez pendientes y unas modernas gafas de sol. Es tradición en las familias reales no agujerear las orejas de las niñas hasta que no sean mayores y puedan decidir por sí mismas. Amalia es tan inteligente que va un curso adelantada para su edad y eligió la rama de economía y sociales con matemáticas y física. Pese a todo, sus padres quieren proteger su intimidad porque sufre ciberacoso desde los trece años a causa de su figura.

Máxima y Guillermo se dedicaron miradas cómplices, gestos de cariño y sonrisas demostrando que tras 18 años de matrimonio siguen igual de enamorados. Durante el posado, se respiró un ambiente natural y espontáneo, tanto que terminaron enzarzados en una guerra de bolas de nieve. E incluso se puede ver al rey ayudando a su esposa a calzarse sus botas de esquí. Luego todos juntos demostraron sus dotes en este deporte, que van a poder seguir practicando toda esta semana en Lench.