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Las influencers, normalmente, comparten sus vidas en las redes como si todo fuese perfecto y cuando sufren una tragedia no siempre lo cuentan tan abiertamente. En esta ocasión las redes sociales han sido testigo de la desgarradora historia de Lindsay Dewey. La influencer, con más de 82.000 seguidores en Instagram, ha contado cómo su vida cambió en cuestión de segundos tras un terrible accidente doméstico.
Dewey ha relatado todos los detalles de lo sucedido. Mientras estaba en la cocina preparando la comida, escuchó un fuerte estruendo que venía de una de las habitaciones. Inmediatamente llegó al cuarto y se encontró con una terrible escena: un espejo grande que no estaba anclado a la pared había caído sobre su hijo, Reed Michael, que apenas tenía 2 años.
«Estaba tan confundida sobre cómo podía haber pasado… De ninguna manera nuestro hijo era lo suficientemente fuerte para moverlo, y menos hacerlo caer. Y como eso lo sabíamos, no sentimos que era urgente anclarlo. Parecía imposible que cayera sin razón alguna teniendo en cuenta el lugar y su peso. Cuando levanté [el espejo] y lo volví a recostar en la pared, vi que tenía el vasito pegado», explicó la influencer. El pequeño solía jugar con el vaso con ventosa y su madre sospecha que pudo ser la causa del accidente.
A pesar de los esfuerzos médicos, no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño. La noticia dejó devastada a la familia, que enseguida recibió una avalancha de mensajes de apoyo, pero también alguna crítica. Sin embargo, Linsay ha dejado claro que no va a dar más explicaciones sobre el suceso: «Sabemos el tipo de padres que somos y no es necesario dar más detalles».
A pesar de la tragedia y de que esperaron a que sucediese un milagro hasta el final, la familia encontró algo de consuelo. Ya que su hijo no podía sobrevivir, decidieron donar los órganos del pequeño para poder salvar la vida de otros. Gracias a este gesto, cinco niños han recibido una segunda oportunidad para sobrevivir a la enfermedad.
«El peor día de nuestras vidas se convirtió en el mejor día de otra persona y por eso estaré siempre agradecida por nuestro pequeño héroe. Eres el milagro de alguien, Reed Michael. Cinco niños pequeños, milagro para ser exactos. No podía dejar de pensar en las familias que recibieron la mejor llamada de su vida, su oración contestada«, relataba Lindasay, describiendo cómo, a pesar de que ellos perdían a su hijo, otros tendrían otra oportunidad.
La familia expresó el profundo dolor que están pasando al perder al pequeño Reed: «Un pedazo de mi corazón siempre estará vacío hasta que vuelva al cielo y pueda abrazarte de nuevo. Te amo tanto, hijo. Nos ayudaste a superar los momentos más oscuros y tu legado vivirá en estos otros bebés que ahora podrán tener una vida plena y saludable«.
El hospital en el que se llevó a cabo la donación de órganos organizó un emotivo homenaje. Familiares, amigos y el personal médico se reunieron en los pasillos para despedir al pequeño héroe, en un momento cargado de amor y respeto. Un gesto que Lindsay y su marido agradecieron: «Hemos sido arropados por un amor y apoyo indescriptibles. Agradecemos a cada persona que ha estado orando por nosotros, a quienes han dejado todo para ayudarnos, a los que han venido a cuidarnos, a los que nos han traído comida, a los que han asistido a la vigilia… Nunca podremos agradecer lo suficiente».
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