El momento más duro de Jessica Bueno por las infidelidades de Jota Peleteiro: «Me tomé unas pastillas, necesitaba escapar»

La modelo acudió al programa '¡De viernes!'

Sábado, 7 de diciembre 2024, 11:40

Jessica Bueno confesó en el plató de '¡De viernes!' la grave depresión por la que pasó fruto de las infidelidades del exfutbolista Jota Peleteiro cuando aún eran pareja. Una difícil situación que terminó con la modelo en el hospital tras ingerir unas pastillas. «No es que intentase suicidarme, fue una vía de escape. Yo necesitaba escapar. Fue todo tan seguido... los mensajes anónimos, las chicas, las fotos y el dejarme como lo hizo después. Que no llegó a casa, desapareció. Era revivir todo otra vez, quería desconectar mi mente, era demasiado ya», justificó en el programa de Telecinco.

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La modelo, ex también de Kiko Rivera, recordó cómo se desencadenó todo. «Llegó a su empresa una nueva directora. Vi una foto de ella, le decía que tuviese cuidado. En verano veo unos mensajes con demasiadas confianzas. Cogí su teléfono porque no sabía nada de la vida de la persona con la que estaba casada. Me metí en la conversación y vi unos mensajes que no eran de un trabajador y su jefe». Ahora, a raíz de su trasladado desde Bilbao a Sevilla, el exjugador la ha denunciado por mudarse con sus dos hijos en común sin el permiso de un juez.

Le entró «un ataque de nervios» y le pidió explicaciones. La reacción de Jota Peleteiro, cuenta, fue la de negar la mayor. «Me dijo que cómo podía desconfiar de él, que jamás me haría eso». Desde ese momento, empezó a recibir mensajes alertándola de que su marido le estaba siendo infiel. «Empecé a sentir tanta pena de mí y tanta tristeza que cogí las pastillas y lo que quería era dormirme, descansar, no despertarme en días, pero no pensé en suicidarme, yo quería escapar».

La exconcursante de 'GH VIP', formato donde conoció a su actual pareja Luitingo, relató que Peleteiro siempre negaba todo y que cada vez veía más y más «cosas raras». Hasta llegó a recibir mensajes de una chica con imágenes de su ropa interior. «Eran pruebas de que había estado en mi casa. Pasó todo el verano con ella. Empezó a mandarme capturas de pantalla de cómo se conocieron».

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