«Me da mucho miedo el momento boda»

Tiene esta extremeña llana y transparente 37 años, una hija de casi tres, un compañero con el que se va a casar y algo que en este momento le hace sentirse eufórica: un nuevo disco. Lo presentó en versión acústica el jueves en Madrid, con el 'single' 'Gimme de tu amor' como aperitivo. «Es un álbum completamente compuesto por mí, autobiográfico, donde cada tema está dedicado a una persona o a un colectivo especial. Hay canciones para mi hija, para mi pareja, para mi tierra, mis fans... Hay canciones hasta para mi ángel de la guarda», explica la exconcursante de 'OT'.

El 'single' se lo dedica a su padre, que la despertaba por las mañanas con canciones de El Último de la Fila, Sting, Supertramp... Fue él quien le transmitió su pasión por la música. «Mi padre es un pintor de brocha gorda –proclama orgullosa Soraya–, un hombre muy sensible y muy especial. Y ahora está como un niño con zapatos nuevos. Aunque él no lo sabe, yo le he visto llorar de emoción escuchando mi 'single'. 'Pintas de color mis días y mi corazón', dice el estribillo, y eso tiene que ver con la brocha de mi padre». También habla la cantante de los vinilos y casetes con los que jugó de niña, y hasta de lo maniático que es su padre para el café... «Le gusta de puchero, pero tiene que hervir tres veces».

Arnelas acaba de someterse a una pequeña intervención quirúrgica. «No de estética –puntualiza–. Solo me he operado la nariz y el pecho y nunca lo he ocultado». En esta ocasión se trataba de subsanar ciertos efectos colaterales del parto. Al nuevo año le dio la bienvenida en su pueblo, Valencia de Alcántara, rodeada de su familia y vestida de rojo. Pero el cotillón duró poco. «Manuela, mi niña, que en febrero cumplirá tres años, se asustó con los cohetes y tuve que llevármela a casa». El amor incondicional de una madre lo recoge la extremeña en un tema dedicado a su hija en el que también participa la pequeña. «Empezó a cantarlo en casa y decidí meterla al estudio. Ha sido mi mejor dueto».

Soraya suscitó en su día una polémica al declarar, en este diario, que no quería que pixelaran a su hija. Hoy sigue en sus trece. «Peor que la sobreexposición es la sobreprotección. Mi hija tiene derecho a conocer a los compañeros de la prensa. Y que el día de mañana cuando salga a la calle no se ponga las manos en la cara traumatizada porque le van a hacer una foto sino que saque la mejor de sus sonrisas y salude con naturalidad».

Con la misma claridad habla la cantante de tener otros dos hijos («aunque el tiempo corre en mi contra») y de su relación con el padre de la niña, el modelo Miguel Ángel Herrera. «Somos dos planetas opuestos pero nos hemos entendido muy bien y sabemos respetar nuestras diferencias». Él le ha pedido matrimonio y ella se imagina una divertida boda en el campo extremeño. Sin embargo, el enlace no será este año... «Me da mucho miedo el momento boda», confiesa Soraya, justo antes de revelar otro secreto: «Mis padres no están casados. Llevan 40 años juntos sin necesidad de papeles y quizás por eso a mí lo de casarme me impone. Se oye de tantas rupturas después de una boda...».

Admiradora de Rosalía, la extremeña le quita importancia a la polémica estampa donde la cantante posa como la Virgen María... «Eso ya lo hacía Madonna. Son gestos que se vuelven muy virales. Pero yo tengo claro que Rosalía por las noches reza. La veo muy espiritual, muy sensible. Creo que ella cree en algo. Lo noto en las letras de sus canciones». Soraya también reza a su manera. «No voy a misa ni me confieso pero sí creo en Dios y en mis ángeles de la guarda. Y por la noche a mi niña le rezo el Jesusito de mi vida».