Marta Pombo «no puede más» y deja Cantabria para volver a Madrid

Marina León

Lunes, 26 de agosto 2024, 08:46 | Actualizado 09:57h.

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«Os juro que no puedo más». Este es el mensaje que compartía el domingo Marta Pombo con su cerca de millón de seguidores a través de Instagram. La mediana de las Pombo ha puesto fin a sus idílicas vacaciones en Cantabria, donde está construyendo su nueva casa junto a su hermana Lucía y sus padres, para regresar a Madrid con su marido, Luis Zamalloa, y su hija Matilda.

El motivo, tal y como contaba ella misma hace unos días, es su embarazo. Y es que está a punto de dar a luz a sus mellizas, María y Candela, y convertirse en familia numerosa. Sale de cuentas en tres semanas y, contando con la posibilidad de que el parto se adelante, quiere estar en casa y terminar de prepararlo todo para la llegada de las bebés.

Así, ha confesado que no está siendo fácil. «Todavía seguimos siendo una, no somos tres», apunta y reconoce que «no puedo casi andar, no sé cómo se aguanta esto». Comenta que tiene «dolores, pesadez, cero energía... Me arde la tripa, como si se estuviese rompiendo por dentro», explica.

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Mientras, estos días Marta ha mostrado el estado de su piso: lleno de cajas con carritos de bebé, cunas, una bañera... y demás bártulos para la puesta a punto del cuarto de las mellizas. «Se me ha olvidado cómo se viste a un recién nacido», dice la influencer, mientras les pide consejo a sus seguidores sobre diferentes temas como por ejemplo si es mejor que las niñas duerman juntas o separadas.

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Por su parte, María Pombo también dejaba su casa de Cantabria, pero por un motivo muy diferente. La pequeña de las hermanas influencers ha pasado el fin de semana en Bilbao disfrutando de la Aste Nagusia. Uno de los momentos más especiales de su visita fue su asistencia a la plaza de toros de Vista Alegre, donde presenció la última corrida de la carrera profesional de Enrique Ponce. La joven no quiso perderse este histórico acontecimiento, en el que también estuvieron presentes los toreros Roca Rey y Juan Ortega, lidiando con toros de la ganadería de Daniel Ruiz. Se pasó también por el Hotel Carlton, un icono de la ciudad, donde no pudo resistirse a hacerse algunas fotos.