Marta Pombo da a luz a sus mellizas, María y Candela: «Ha salido todo genial»

Marina León

Domingo, 1 de septiembre 2024, 19:31 | Actualizado 21:10h.

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«Estamos fenomenal, ha salido todo genial». Pasadas las ocho de la tarde de este domingo, el marido de Marta Pombo, Luis Zamalloa, anunciaba la feliz noticia desde el hospital donde han nacido sus pequeñas, María y Candela. «Vamos a disfrutar el momento. Estamos ya aquí en la habitación con las dos princesitas ¿Quiere añadir algo la madre?», preguntaba, a lo que esta respondía: «Que estoy feliz».

Así, a las once de la mañana, la mediana de las Pombo subía una historia a su perfil de Instagram anunciando que, por fin, había llegado el gran día. Aunque antes de lo esperado. La influencer rompía aguas a las 36 semanas de embarazo, «pero súper bien aguantado», compartía con sus seguidores ya desde el hospital.

Confesaba estar «muy tranquila». Es más, afirmaba que le había dado tiempo a pasear a su perrita, Gaia, a despedirse de su hija Matilda «y a venir volando hasta aquí», añadía Zamalloa, sentado junto a Marta en la cama del centro médico.

Hace unos días, sabiendo lo que podía pasar, la pareja decidió poner fin a sus idílicas vacaciones en Cantabria, donde están construyendo su nueva casa junto a su hermana Lucía y sus padres, para regresar a Madrid con la pequeña 'Mati'. El motivo, tal y como contaba ella misma, era el de descansar en casa y terminar de prepararlo todo para la llegada de las bebés. Las últimas semanas no han sido sencillas para Marta Pombo. «Dolores, pesadez, cero energía... Me arde la tripa, como si se estuviese rompiendo por dentro», explicaba.

Aun así, todo ha salido bien y ahora toca descansar. María y Lucía, las hermanas de Marta, también estaban deseando convertirse en tías. De hecho, hace tan solo unas horas, Lucía subía unas bonitas fotos en la playa: «Justo antes de irme de Cantabria nos hicimos una foto juntas porque sabía que ya la próxima vez que viese a mi hermana sería con Candela y María en el mundo. Me encantan estos recuerdos», escribía junto a un carrusel de imágenes acariciando la barriga de Marta.