Las exigencias de Mario Vaquerizo y las Nancys Rubias antes de cantar: 130 bebidas para 5 personas

Mario Vaquerizo empieza a estar harto de las críticas que recibe por sus ideas políticas y su cercanía a mandatarios como Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez Almeida. No es la primera vez que sus fans se lo reprochan pero tras dos elecciones consecutivas con una fuerte polarización, el artista y pareja de Alaska, está en el centro de la diana.

Hace un mes se fotografió en el aeropuerto de Madrid con una camiseta de la legión y la semana pasada subió un polémico vídeo con uno de sus compañeros de Nancys Rubias, Juan Pedro (conocido como Little Joe). Este último aparecía con una camiseta en la que se podía leer el lema franquista 'Una grande y libre' sobre una imagen del Valle de los Caídos.

Como era de esperar muchos llamaron al boicot del grupo en las fiestas populares este verano y a Vaquerizo le molestó especialmente. En un vídeo, que se ha viralizado en las últimas horas, se ve al artista arremeter contra los críticos llegando, incluso, al insulto: «Quién eres tú para decir la camiseta que se puede poner una persona y que encima pidas su cancelación. Me cago en tu puta madre».

La polémica, lejos de cesar, coge cada vez más velocidad. A la vez que el vídeo se hacía viral en redes sociales, otro usuario publicaba las exigencias de Nancy Rubias los días de conciertos. El grupo exige al organizador que el camerino cuente con hasta 130 bebidas para cinco personas, una tortilla de patata casera, «no se aceptarán envasadas», kilo y medio de fruta variada y veinte sándwiches. Y eso antes de la prueba de sonido.

La lista es tan abultada como llamativa. Una hora antes de la prueba de sonido los miembros de la banda deberán tener a su disposición 20 botellas de agua de la marca Solán de Cabras, 80 cervezas (Mahou y Estrella), una botella de tequila José Cuervo y 30 refrescos, veinte de ellos coca colas. Hora y media antes, el grupo exige veinte sándwiches, una tortilla de patata casera (no vale con la del supermercado), kilo y medio de fruta variada que esté pelada, cortada y repartida en dos bandejas, dos tablas de jamón y lomo ibérico, otra tabla de queso, y, por último, chocolatinas y chuches.

Pero por si acaso se quedan con hambre, 30 minutos antes de acabar el concierto, se debe reponer el camerino con hamburguesas, pizzas o bocadillos calientes «suficientes para siete personas».

Muchos han criticado el oportunismo del autor de la información, pues un grupo mueve muchas más personas de las que salen al escenario. Pero este aclara, y así consta en el documento que aporta, que estas exigencias son solo para uno de los camerinos, de «cinco personas». También explica que esta información es pública y aparece en el portal de contratación del Estado.

• Temas
• Mario Vaquerizo