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Miércoles, 3 de agosto 2022, 09:32
El caso Mario Biondo dio ayer un giro de ciento ochenta grados que puede resultar trascendental. Un juez de Palermo dictaminó que la muerte del joven se trata de un homicidio con autores desconocidos. Según el documento del magistrado, no fue un suicidio, como ... se calificó en España, y reprocha a los investigadores no haber realizado «escuchas telefónicas para determinar la verdad de los hechos».
Los padres de Biondo se mostraron satisfechos con el auto del juez italiano pese a tener que archivar el caso, pues han pasado demasiados años para «practicar las diligencias» que deberían haberse realizado en el periodo de instrucción. Aún así, los Biondo quieren justicia y van a luchar hasta el final. «Vamos a pedir la reapertura del caso en España», anuncia Santina, la madre del exmarido de Raquel Sánchez Silva.
La matriarca advierte que podrían darse detenciones en el caso próximamente. El origen de las sospechas parten de la declaración de la asistenta del matrimonio ante el juez italiano, donde se deduce que Mario no estuvo solo la noche de su muerte. Al parecer, Mario estuvo acompañado por sus agresores, que conectaron sus teléfonos a la red wifi del hogar, según concluyen varias empresas especializadas en la materia.
La propia asistenta confesó en sede judicial que la puerta de la casa permanecía cerrada con dos vueltas y que las llaves de Mario estaban dentro de la vivienda. En esta línea, Santina es clara: «No puedo dar los nombres de las personas que estaban allí, pero lo que está claro es que el asesino de mi hijo tenía llaves de casa».
El marido de Raquel Sánchez Silva apareció ahorcado en su casa y la autopsia determinó que se trataba de un suicidio. Su familia, que había tenido acceso a fotografías en las que «había algo que no cuadraba con la descripción del forense», no se dio por vencida y llevó el caso a su país natal porque «en España todo se ocultó demasiado rápido», según contó en su día la propia Santina.
La fiscalía de Palermo reabrió el caso entonces y decidió realizar dos nuevas exhumaciones. «Durante estos años, el expediente siempre ha estado abierto en Italia. Jamás se ha archivado el caso. El forense que llevó a cabo la segunda autopsia en Palermo ha sido investigado porque se ha detectado que las pruebas que entregó son de dos cadáveres distintos», revelaba Santina el pasado mes de diciembre en un programa de televisión.
Aquel día fue muy dura con la que fue su nuera, Raquel Sánchez Silva. Santina mostraba su indignación contra la periodista española, aunque dejaba claro que no le achacaban nada. «Nunca hemos dicho que Raquel mandase a nadie matar a Mario. Solo digo que ella nunca nos ha ayudado a buscar la verdad. ¿Por qué no nos ayuda? En España hemos pedido la reapertura del caso y ella se ha opuesto en dos ocasiones. Yo solo quiero saber lo que le pasó a mi hijo», precisaba la invitada que, no obstante, también planteaba ciertas pegas sobre su nuera. «Tendría que explicar por qué cambia tanto sus versiones», reprochaba.
«Si en España hubieran hecho bien el trabajo los asesinos de mi hijo estarían en la cárcel. A mi hijo lo han matado», censuraba entonces la madre del fallecido desde Italia. La entrevistada mostraba su desacuerdo con la investigación. «Hay tantas cosas extrañas. No es una sola. Hay una especie de verdad soterrada que quieren que permanezca ahí de todas las maneras posibles. Y no nos vamos a rendir», advertía. Raquel, en cambio, nunca quiso hablar públicamente sobre los hechos ni tampoco hizo referencia a las personas que pudieron acompañar a su marido en el momento de su muerte.
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