El laberinto de Ana Obregón: madre legal y abuela biológica

Ana Obregón está consiguiendo romper los esquemas, no solo informativos o mediáticos, sino también legales. La adopción de Ana Sandra Lequio Obregón, hija biológica de su hijo Aless y por tanto su nieta, ha colocado la gestación subrogada en la primera línea de la actualidad. En la entrevista en '¡Hola!', donde ha confesado que la pequeña es su nieta, la actriz explica que el proceso tenía como objetivo cumplir las últimas voluntades de Aless. Y lo hizo a través de un mecanismo legal que salta ahora a la primera línea de la actualidad: un testamento ológrafo.

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«Nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer. Esto se llama 'testamento ológrafo' y se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente. Pero este documento existe y es legal», afirma la presentadora. Sin embargo, el sistema de dejar patente una herencia o unas últimas voluntades no se realiza exactamente como ha explicado Obregón.

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Un testamento ológrafo se realiza cuando, por los motivos que sean, no hay un notario presente, siempre que se cumplan una serie de condiciones. «Tiene que estar escrito, si no en su totalidad, al menos sí con una firma manuscrita y una fecha consignada que debe pasar por un procedimiento jurídico. No es un documento válido directo como cuando se hace ante notario, y de hecho requiere que un perito calígrafo lo certifique como válido», explica Isabel Winkels, abogada de familia y vicedecana del Colegio de Abogados de Madrid.

Aquí es donde las palabras de Obregón generan las primeras dudas. Según ella, Aless les comunicó «de palabra» su última intención y eso, sin un traslado a un documento escrito, no es válido. «Actualmente es una condición obligatoria según nuestro Código Civil. No sirve un audio grabado. ¿Si valdría, por ejemplo, en vídeo? Ahora mismo no, aunque sería un reto defenderlo en un juicio. Si se puede demostrar que hay voluntad, fecha consignada y demás...», admite Winkels.

Si esa expresión, «de palabra», es una forma de hablar o no solo lo saben Ana Obregón y sus abogados, porque si no cuenta con (al menos) la firma manuscrita y la fecha de ese día, la presencia de los dos testigos no es relevante. Hasta los años 90 sí era necesaria la presencia de dos personas que dieran fe de todos los contratos o testamentos, incluso los presentados ante notario, y con más motivo los ológrafos, pero ya no.«Ana Obregón necesita una sentencia judicial del país donde sea legal este tipo de gestación que la reconozca como madre para poder registrar a la niña en España», insiste Winkels.

Estos testamentos suelen usarse para transmitir mucho más que las últimas voluntades. Se suele usar para hablar de herencias, donaciones o situaciones análogas, pero «de ahí a dejar ordenado que tenga 5 hijos, es un paso muy grande», señala la abogada.

Ana Obregón y la agencia que le ha ayudado en este proceso habrán cubierto todas estas previsiones, presumiblemente, dado que si no, sería una profunda irresponsabilidad jurídica haber hablado de manera tan clara de cuál es la relación que tiene con la niña. En España la filiación solo se consigue a través del parto, por lo que Ana Obregón debe adoptar a la niña para que pueda ser registrada de manera oficial. Y aquí surgen nuevas dudas. Porque parece complicado que la actriz y presentadora consiga esa adopción con las actuales leyes españolas. Para lograrlo necesita un certificado de idoneidad para ejercer la patria potestad y no es descartable que la Administración le negara este documento.

¿Por qué? La razón más sencilla para rechazar la adopción sería la diferencia de edad entre ella y el bebé. Según la ley no puede haber más de 45 años entre una y otra, y en este caso Obregón tiene 68 años. Fuentes conocedoras del caso apuntan a un resquicio legal al que se podría agarrar la actriz. El Código Civil, en uno de sus artículos, contempla que se puede conceder la adopción si la pequeña lleva «más de un año en guarda» o ha estado «bajo tutela del adoptante ese mismo tiempo». Es decir, debería esperar un año para solicitar esa adopción y que se la concedieran.

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El galimatías se complica con una cuestión más mundana: ¿Ana Obregón será la madre o la abuela de Anna Sandra Lequio? Por lo dicho por la presentadora y en atención al árbol genealógico está claro que el bebé tiene como padre a Aless Lequio, fallecido hace casi tres años y que congeló su esperma. Ella sería la abuela. Pero legalmente en España será su madre. Obregón cuenta con una resolución judicial del Estado de Miami en la que se certifica que es su progenitora. Y según las leyes españolas no le queda otra posibilidad que adoptarla para poder tener la tutela de la pequeña

En cualquier caso, esta situación obliga a replantearse la actual normativa, estima Isabel Winkels. «Estamos rompiendo hechuras», confiesa. «La técnica y los avances científicos existen y lo permiten, pero sería conveniente que hubiera un marco legal que garantizase todos los derechos y la protección de la niña y de todas que se encuentra como ella».

La presentadora, en todo caso, ya ha registrado a la pequeña y, en cuanto Ana Sandra disponga de pasaporte, podrá regresar a España. Aquí la niña ocupará el cuarto que era de Aless y pronto se dará cuenta de que ha llegado al mundo en una familia peculiar.