«El humor no tiene límites, lo importante es que se haga con respeto»

- ¿Cómo está de sus mierdas, tal y como usted misma llama a sus problemas de salud?

- Estoy estupendamente. Hablo de ello en las redes para normalizar porque hay muchos tabúes. Te operan del corazón y guau, pero no dices que te han intervenido de almorranas porque es una vergüenza. Hay que normalizar y decir todo, asumir la realidad y decir que soy lo que soy. En mis monólogos cuento que tengo epilepsia, una pérdida de audición del 33% en los dos oídos, llevo audífonos y ocho tornillos en la espalda que sujetan dos placas que mantienen mi columna. ¿Qué voy a dejar para la vejez?

- ¿Qué pasa con el humor y la televisión?

- Se está perdiendo la libertad de expresión. Me da rabia cuando un guionista se coarta al escribir un sketch porque no quiere hacer daño, sólo reír. Me he dado cuenta de que si una persona ironiza sobre lo que ella padece no pasa nada, pero si tú te ríes de lo que padecen los demás es una falta de respeto. Estamos más coartados y nos autocensuramos. Se pierde la esencia y la frescura.

- ¿Por qué falta humor en la pantalla?

- Es verdad, no está en los canales grandes, se ha ido a las plataformas. Ya no nos reunimos para ver series con sus anuncios , ahora todo está más personalizado. ¿Qué queda en televisión? Las noticias, las series diarias y los 'talents'.

- Trabaja actualmente en 'Akelarre'. Se ha acusado al programa de denigrar la cultura vasca.

- Yo jamás trabajaría en un programa que denigrara la cultura vasca. Yo soy euskaldun, si hasta hablo con mi perro en mi idioma, se lo enseño a mi chico y voy a Euskadi siempre que puedo. Creo que hay mucho interés por sacar las cosas de contexto. Yo estaba asustada con 'Vaya semanita' porque hacíamos un humor muy bestia y ahora veo que hay mucha gente con la piel muy fina. Yo creo que tiene que ver con intereses políticos. Yo soy partidaria de un humor sin filtros y defiendo que lo único importante es hacerlo bien de verdad y con libertad.

- ¿Qué responsabilidad debe asumir ETB en cuestión de humor?

- Ser auténtica y tratar el producto desde el respeto. ¿Dónde está la línea roja? ¿Quién la marca? Akelarre quiere acercarse a todo tipo de perfiles desde la calidad y sin filtros. La cuestión es hablar de tú a tú sin miramientos y que el público lo pase bien y tú también. El formato acaba de nacer y evolucionará. Esta propuesta está en todas las teles del mundo. En EE UU, por ejemplo, con Jimmy Fallon.

- ¿Y dónde están los límites?

- No hay límites, lo importante es tratar el humor con respeto, sin hacer daño ni de forma despectiva. El sentido común es importante.

- ¿Realizaría un sketch representando a la Virgen de Begoña?

- Por supuesto que sí, y a la reina Letizia si hace falta. Soy actriz.

- ¿Nos gusta más burlarnos del vecino que de nosotros mismos?

- No habría problema si nos riésemos de nosotros mismos. En 'Vaya semanita' nos metíamos con todos y no pasaba nada.

- ¿Podría hacerse una nueva edición de aquel formato?

- Eternamente, porque está basado en la realidad. Pero una retirada a tiempo es una victoria. Todo tiene su etapa.

- ¿Los chistes sobre vascos no están anquilosados?

- Es fruto del tópico. Por ejemplo, parece que somos sosos y aquí hay mucho arte y gracia. En todas partes hay quien no cumple con el estereotipo, como el de que los murcianos no vocalizan y que nunca sabes si los gallegos van o vienen.

- ¿Aspira a un rol muy dramático que quiebre su imagen de actriz cómica?

- No, todo depende de los objetivos de cada uno. Como actriz quiero que me tomen en serio y como cómica que se rían conmigo. Conozco a mucha gente que ha dejado la comedia porque quiere hacer drama. A mí me gustaría hacer comedia, un thriller y 'Los puentes de Madison'. ¿Por qué elegir?