Gorka Ibarguren, roto tras su derrota más severa: «Puedo acabar como el peor capitán de la historia»

Joseba Fiestras

Martes, 18 de marzo 2025, 07:13

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La incertidumbre mandaba en el equipo rojo. Los Yocahu solo pensaban en qué había podido pensar en el grupo azu, después de un duelo suspendido en el que Elazar fue invitado a abandonar. Su actitud le expulsó y los colorados se quedaron sin desafío y sin explicaciones. Fue en el juego de inmunidad cuando Patxi Alonso aclaró las cosas. Antes, un correo obligaba a los capitanes a abandonar los campamentos. «Hoy no es un juego más», advertía el presentador. Un premio fuera de serie y un castigo imposible acechaban a los participantes.

El reto consistía en jumarear los sesenta metros de un paredón de piedra. Cada equipo arrancaba subido a un cayuco y desde allí había que nadar hasta el inicio de una tirolina. Allí, los dos escogidos por los capitanes se vinculaban y el resto del grupo debía subirlos a pulso con una polea. Ya en la repisa indicada, uno de ellos esperaba órdenes, mientras el otro cogía un banderín y regresaba con los suyos, permitiéndoles regresar a la barca y alcanzar la segunda enseña. Con ella, de nuevo a la tirolina para entregar el segundo banderín alcanzar elegido final. Será entonces cuando deban jumarear la temible pared.

La gran novedad del juego es que los tres escogidos finales se la jugaban de verdad. El ganador recibiría el comodín de la inmunidad, pero el perdedor sería expulsado directamente. Unai representaba a los Yocahu, mientras Isra era el que se la jugaba por los Corocote y Santa, por los Guaban. Los rojos tomaron ventaja y alcanzaron los primeros la roca. Los azules llegaron segundos, mientras a los amarillos les costaba mucho más el ascenso. En la tirolina, Gorka no atinó -«estoy fundido», se lamentaba- y los Guabanes le superaron. Mientras, los rojos seguían con una amplia ventaja.

Isra partía con mucha desventaja en tercera posición a la hora de escalar la montaña. Unai no falló y logró la ikurriña. «Yocahus, ganadores del juego de inmunidad», cantó Lur Errekondo. Isra perdió y Gorka se mostraba derrotado, consciente de que había fallado. «He muerto en el combate y ya está. Han sido mejores que yo», se disculpaba el líder Corocote. «No me parece justo que un participante se tenga que ir sin su duelo por un factor externo, que en este caso soy yo. Puedo acabar como el peor capitán de la historia», protestaba hecho polvo Gorka. Su pupilo, ya expulsado, exteriorizaba con dignidad su tristeza. «No voy a echar la culpa a nadie, somos un equipo», manifestaba Isra.

Los Guaban no se libraban de la sangría. Se enfrentaban a un duelo fratricida, tras una asamblea complicada. Antes, los rojos pintaron la cara de Aratz condenándole. Ya en el campamento pobre, Ekhi, Iradi y Filete se ofrecieron como duelistas, pero se viene una asamblea amarilla con sorpresas, y no parece que agradables para algunas.