María Pombo nunca olvidará su entrada en los 30. La influencer y empresaria ha tirado la casa por la ventana para celebrar el cambio de década. Se ha marchado a Punta Cana a un hotel de lujo acompañada de su marido y otras 23 personas a quienes ha pagado los gastos de la estancia y el billete de avión.
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Por todo lo alto. Un fiestón en toda regla. Este 17 de octubre, precisamente, la creadora de contenido, una de las más famosas de España, cumple 30 años. Tal y como ella y otros invitados han compartido en Instagram, María se ha despedido de los 29 en un enclave paradisíaco del Caribe, como es Isla Saona, donde no ha faltado marisco y muchas botellas de champán. Por la noche, el festejo ha continuado con una gran cena, vestidos de gala, y baile posterior en una discoteca a pie de playa.
María y toda la tropa se alojan en el hotel Paradisus Palma Real Golf & Spa Resort. En régimen de todo incluido, como es habitual ir a este tipo de viajes, la noche por persona cuesta alrededor de 680 euros. La influencer había enviado su invitación para viajar a la República Dominicana entre el 14 y el 19 de octubre a un total de 30 personas, entre ellas, sus hermanas, que no han podido acudir por diferentes motivos.
En la pandilla que le ha acompañado en una fecha tan señalada se encuentran caras conocidas como su marido Pablo Castellano o las influencers Laura Matamoros, María Fernández Rubíes o Bea Gimeno, que hace poco contraía matrimonio con el hijo pequeño de Emilio Aragón.
Aunque todo estaba planeado, la cumpleañera se llevó alguna sorpresa. En la fiesta de cumpleaños irrumpió por sorpresa Adrián Lozano, uno de los dj más conocidos dentro y fuera de nuestras fronteras. Es la pareja de Pati Cabetas, gran amiga de Victoria de Marichalar.
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A pesar de celebrar la entrada en los 30 por todo lo alto, Pombo ha querido despedirse de los 20 con una profunda reflexión. En un post de Instagram, María ha asegurado que la década de los 20 ha sido su «favorita». «Me casé con el hombre de mi vida, profesionalicé un sueño, me detectaron esclerosis múltiple y me di cuenta de la importancia de exprimir la vida al máximo. Conocí el amor más puro con el nacimiento de mi primer hijo Martín, y dos años después se multiplicó con la llegada de Vega. Y hoy celebro la vida con mis mejores amigos en el caribe. No he podido ser más feliz, GRACIAS VIDA. Deseando ver lo que me espera esta siguiente década».
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