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En Barcelona conocí a un familia muy facha... El abuelo, de origen andaluz y descendiente de jornaleros, había estado preso en las cárceles franquistas por rojo. La abuela, nacida en el Ampurdán, había sido maestra. En casa a sus hijos les hablaban con toda ... naturalidad en catalán y castellano porque eran sus respectivas lenguas maternas. Y siempre habían votado a la izquierda. Cuando Jordi Pujol y su clan se hicieron con los destinos de Cataluña, los abuelos recelaron. No les gustaba Pujol ni sus políticas de derechas ni su nacionalismo obsesivo. Y eso que estaban lejos de intuir que encima era un evasor. A la abuela en particular le disgustaba que se desterrara el castellano de las aulas. «Esto es lo mismo que hizo Franco con el catalán pero al revés -solía decir-. Y no hemos salido de la dictadura para repetir sus errores». Un hijo estaba de acuerdo. El otro no. Entendía que el catalán había que imponerlo para defenderse de la invasión españolista.

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