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«Me crece el pecho sin parar». Ruth Lorenzo sufre una enfermedad rara llamada hipertrofia mamaria que la ha obligado ya a pasar por el quirófano en dos ocasiones. La cantante murciana advierte además de que no se trata solo de un tema molesto, sino ... que podría incluso producirle cáncer.
La que fuera representante de España en Eurovisión en 2014 explicó en una entrevista concedida a Freeda que esta enfermedad le afecta desde la adolescencia. «Mi cuerpo es supersensible a las hormonas femeninas y me crece el pecho sin parar», comenta. Por el momento, se ha tenido que realizar dos reducciones de mama y pronto se hará una tercera. «Lo más seguro es que me tengan que retirar la mama completamente para tener que evitar seguir operándome, porque con esta condición puedes estar más cercana a tener un cáncer de mama. Debo estar atenta», explica.
Los primeros síntomas llegaron en el colegio. «Me creció el pecho tan tan rápido... De estar superplana a que de repente los niños en el colegio pensaran que me ponía calcetines», cuenta. Sintió que era demasiado pronto. «No comprendes tu cuerpo frente al espejo, no te da tiempo mentalmente a desarrollarte de una manera para comprender lo que te está pasando en el cuerpo. Tu cuerpo se desarrolla mucho antes que tu mente», asegura.
Durante mucho tiempo incluso intentó desviar la atención de la gente resaltando otras partes de su cuerpo. «Tuve una época que me rizaba muchísimo el pelo para que se me viese más el pelo que las tetas». No se sentía cómoda. «Muchas veces a mí me han tratado como: 'Mira, es que quiere ir de sexylonga' o 'va vendiendo tetas'«, lamenta. Pero ella más que vista, quería ser escuchada. Prefería ser invisible sobre el escenario. De hecho, revela que la aceptación de su cuerpo ha llegado tras horas y horas de terapia.
Siempre se ha sentido poco comprendida. Incluso por parte del cuerpo médico. «La primera vez que me operé fue en Londres con un doctor italiano que me dijo: '¿Pero por qué quieres pasar de esto a esto?', como diciendo: '¡Si tienes unas tetazas!'», recuerda. Ella no tenía ninguna duda: «Porque no quiero hacer deporte con tres sujetadores. Se trata de que soy una mujer superactiva, que me encanta el deporte, que en el escenario no paro y que quiero sentir que puedo abrir los brazos, moverme sin estar ahí blum, blum, blum». El tamaño de su pecho le afecta también durante las relaciones sexuales: «Eso de la posición natural de estar encima tranquilamente, imposible. O sea, jamás, jamás».
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