Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
i. ochoa de olano
Miércoles, 31 de enero 2018, 23:16
Si hay una familia 'royal' circense, esa es la Grimaldi. Desde que el patriarca del clan, el príncipe Rainiero de Mónaco, inauguró en 1974 el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, sus hijos y nietos siempre han apoyado con su presencia cada una de ... sus ediciones. Incluso ha habido quien ha dejado constancia de que la arena corre por sus venas con más fluidez incluso que la sangre azul. Es el caso de la princesa Estefanía de Mónaco, una apasionada del mayor espectáculo del mundo, hasta el punto de que se casó con un acróbata de circo portugués y recorrió todo el Viejo Continente, junto a sus tres hijos, a bordo de la caravana del director de circo y domador de leones Franco Knie, con quien mantuvo una relación sentimental.
Zanjadas aquellas peripecias amorosas, que nutrieron de escándalos los desayunos en palacio, la hija pequeña de Rainiero y Grace Kelly ha regresado estos días al circo. Lo ha hecho a su favorito, el de Montecarlo, en la edición número 42 del festival anual internacional, del que es presidenta, y, por primera vez, con su prole al completo: Louis y Paulina Ducruet, y Camila Gottlieb. Aunque sin moverse de la grada de honor, Estefanía no se ha limitado a ejercer de mera espectadora. La excantante pop, quien precisamente hoy cumple 53 años, ha aprovechado su atalaya real para reivindicar la presencia de animales en los circos.
Frente a los animalistas, a los que considera meros seguidores desinformados de la «moda», la hermana de Alberto II de Mónaco, aboga por una mayor regulación de la industria y reclama el reconocimiento internacional de la tradición del circo. «Nació con animales, caballos al principio. El circo es parte de nuestro patrimonio cultural; es un todo, con payasos y acróbatas ¡Ha llegado el momento de actuar! Contrariamente a lo que sostienen los que no conocen este mundo, no todos los animales de circo son infelices», sostiene la Grimaldi, quien ha anunciado su decisión de promocionar una petición a la Unesco para que designe de manera formal el circo tradicional como patrimonio mundial.
Su convicción choca de lleno con la mayor parte de Europa. En la actualidad, 18 países de la Unión Europea (Mónaco no es miembro oficial, pero forma parte del espacio Schengen) vetan o limitan severamente la participación de animales salvajes en los espectáculos circenses que se ofrecen en sus respectivos territorios. El Reino Unido está estudiando la prohibición y, en España, los ayuntamientos que no aceptan circos con animales suman ya más de 300, lo que ha llevado a varias empresas del sector a renunciar a esos números.
Aun así, Estefanía insiste en recuperarlos. No la malinterpreten. La princesa que cantó para Michael Jackson y que recibió un caballo como regalo televisado del entonces presentador Pedro Ruiz, adora a los animales. Tanto es así que además de gestionar una ONG que ella misma creó en 2004 para luchar contra el VIH, se ocupa personalmente de Nepal y Baby, dos elefantes a los que dio asilo cuando el zoo de Lyon se disponía a sacrificarlos al creer que estaban enfermos de tuberculosis. La princesa en persona se ocupó de encontrarles alojamiento en un terreno familiar de 3.500 metros cuadrados, donde los mima, los alimenta y los ha adiestrado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.