La mítica estrella de la NBA, Michael Jordan, ha conseguido vender su mansión en Illinois tras 15 años a la venta. La extensa propiedad, que está a una hora del centro de Chicago, salió a la venta por 29 millones de dólares, pero nadie presentó una oferta. En 2013, salió a subasta, pero tampoco tuvo suerte y se vio obligado a seguir bajando el precio. Ahora, se ha vendido y aunque se desconoce quién la ha comprado y el precio exacto de la transacción, los rumores apuntan a que 11 millones sería la cifra con la que ha cerrado el trato.
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Resulta difícil de entender cómo una propiedad de estas características, que además está personalizada por una de las mayores estrellas del baloncesto norteamericano, no se ha vendido antes. La propiedad tiene unos 28 mil metros cuadrados; de ellos cinco mil pertenecen solo a la mansión que tiene un total de 9 habitaciones, 15 baños, amplias salas de estar, una sala de cine, sala de reuniones, gimnasio y una enorme cocina. Pero lo más interesante es el nivel de personalización de los detalles.
Nada más llegar a la propiedad, el número 23 abre unas enormes puertas de hierro. Este fue el dorsal que Jordan llevó durante toda su carrera. Una vez dentro, aparece un mundo lleno de entretenimiento y deporte: un campo de golf, otra de las pasiones deportivas del ex jugador, en el que cada 'green' cuenta con una bandera con la famosa silueta del jugador usada por la marca deportiva Nike para sus famosas zapatillas. Una marca que se puede encontrar en muchas de las estancias de la mansión.
Y claro, no podía faltar una cancha de baloncesto, también personalizada. El nombre de Jordan y el de sus hijos están pintados en el centro de ella; el espacio cuenta con vestuarios, sala de trofeos y una sala de juegos. En el exterior también se encuentran la piscina, una pista de tenis y un lago junto a esta.
Al parecer, vender una propiedad con tantos detalles personales, para los agentes inmobiliarios, resulta muy difícil de vender. De hecho, esta no es la única mansión que ha resultado complicada de encajar en el mercado. Scottie Pippen, mítico de los Bulls, vendió su casa en 1.800.000 cuando estaba tasada en 3.100.000 y Toni Kukoc, también de los de Chicago, tuvo que bajar la suya de 1.200.00 a 920.000 para sacársela de encima.
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