La emotiva dedicatoria de Nagore Robles a su aita tras revelar su dura infancia: «Creo que pocos padres lo harían...»

Nagore Robles ha sido uno de los grandes nombres que deja la presente edición de 'Bake Off' en TVE. La basauritarra no pudo alzarse con la victoria final en el concurso de repostería pero sí celebró un brillante tercer puesto. La final, que se celebró el jueves, fue muy emotiva.

La vizcaína, muy popular en los programas del corazón en cadenas como Telecinco, se rompió por completo al hablar de su infancia. «Yo vivía en un cuarto y tenía una profesora que era vecina. Cuando en mi casa las cosas se ponían complicadas, utilizábamos como señal el interruptor de la luz. Ella me hacía señales para que yo fuese a su casa a cobijarme. Era una mujer extraordinaria», contaba.

Para plasmar su sentimiento quiso hacer una cigüeña en la tarta que presentó en la final, pero no salió. El motivo era reflejar que «la cigüeña me dejó en una puerta equivocada», señaló ante unos jueces y compañeros emocionados con el discurso.

La final giró en torno a su familia porque la tarta llevaba el nombre de 'atardecer con aita', una figura con la que, según cuenta, comparte más tiempo ahora que cuando era niña. «Le pedí que fuera a terapia y me enorgullece muchísimo porque no creo que muchos padres sean capaces de hacer algo así», afirmó muy emocionada.

Él se llama Juan y, según su hija, «es un tío muy gracioso, deportista y sensible». Pero «nunca lo ha mostrado», advierte su hija, reconociendo que eran otros tiempos: «No le educaron en compartir esas emociones». Sin embargo, en los últimos tiempo eso ha cambiado y Nagore se felicita por ello: «Nos hace mucho bien».