Las conmovedoras palabras de Sara Carbonero sobre su cáncer y la conversación con su hijo mayor que nunca olvidará

Sara Carbonero ha llevado su enfermedad de forma muy discreta y en muy contadas ocasiones ha hablado sobre ella. En mayo de 2010 fue diagnosticada de un cáncer de ovario. Cinco años después, la periodista e influencer se siente cada vez más fuerte a nivel anímico para reflexionar sobre los duros momentos vividos y sobre su capacidad de superar esta adversidad que le deparó la vida.

La presentadora se ha abierto en canal en su perfil de Instagram. Este martes ha compartido con su miles de seguidores un conmovedor mensaje en el que habla de la dificultad de adaptarse a los cambios por los estragos de la enfermedad y cómo trató de que sus hijos encajaran el duro varapalo de la mejor forma posible.

Utilizando como pretexto un selfie en el espejo, una de las fotos más habituales que los usuarios publican en la conocida red social, Sara carga contra aquellos que insinúan que tiene «un ojo bizco o la mirada melancólica» para recordarles que esas afirmaciones son fruto de la «frivolidad». «Cuando me miro al espejo,lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima», escribe.

De hecho, «por causas de la vida», confiesa que ha transitado por épocas en las que huía de los espejos «porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno», afirma. Fue en los peores momentos de su enfermedad, cuando se le cayó el pelo. Al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia, la periodista manchega, entonces casada con Iker Casillas, cuenta que estaba en la cama, «sin poder moverme» y su hijo mayor se tumbó con ella.

«Después de mirarme detenidamente muy raro me dijo: 'Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú'. Yo por entonces, precisamente por no mirarme ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro». La presentadora y empresaria asegura que no supo muy bien cómo salir de la situación y se le ocurrió decirle al pequeño: «¿Y pestañas? ¿Has visto que me queda una única superviviente ? ¡Una! ¡Las más valiente!!»

Martín, su hijo mayor, Intentó arrancársela, y «muerto de risa y empezamos una guerra de almohadas y después, a otra cosa». «Tengo esa conversación grabada como muchas otras incómodas, en las que gracias a su capacidad de adaptación fue todo menos traumático», desvela. «A día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo como un chico», agrega.

El día que le vieron así por primera vez, les llevaron puzzles para desviar su atención, como le recomendó la psicóloga. «Pero no resultó, como dice la canción: no quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas. Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el puzzle», continúa en su profundo mensaje que ha recibido multitud de comentarios de apoyo.

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