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E. C.
Las bolsas de hasta 50 millones de pesetas que el Cesid dio a Bárbara Rey para tapar su relación con el emérito

Las bolsas de hasta 50 millones de pesetas que el Cesid dio a Bárbara Rey para tapar su relación con el emérito

Dos agentes del servicio secreto, que respondían a los nombres de 'Aurelio' y 'Andrés', se encargaron de hacer las entregas personalmente a la artista

Lunes, 7 de octubre 2024, 08:17

La publicación de las fotografías del rey emérito Juan Carlos I con Bárbara Rey y la posterior filtración de las conversaciones entre ambos han sacado a la luz una relación que se ha mantenido en secreto durante más de 30 años y de la que ahora se conocen nuevos detalles. Entre ellos, cómo la exvedette chantajeó al entonces monarca y cómo recibió los pagos para evitar que destapara unos encuentros que en aquel momento hubieran provocado un auténtico terremoto en la corona y en las instituciones de España.

El diario ABC ofrece una información pormenorizada sobre cómo el Gobierno trató de tapar el lío de faldas del emérito. A tenor de las notas del teniente general Emilio Alonso Manglano, director del Cesid desde 1981 y hasta 1995, recogidas en el libro 'El jefe de los espías', el Estado cedió y pactó el pago de más de 600 millones de pesetas de la época a la exvedette.

Sin embargo, los intentos de los servicios de inteligencia por recabar las grabaciones y destruirlas por completo resultaron infructuosos, como ha quedado de manifiesto hace unos días cuando la revista holandesa 'Privé' publicaba las polémicas fotografías de Bárbara y Juan Carlos I en actitud cariñosa en la terraza de su domicilio de entonces. Fue su hijo Ángel Cristo el que las vendió para dañar la imagen de su madre con la que mantiene un sonoro enfrentamiento.

Alberto Saiz, el primer director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), heredero del Cesid, de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, también confirmó en una entrevista en La Sexta los pagos y aseguró haber terminado con ellos.

Según detalla el citado medio, la artista chantajeó al Rey en dos ocasiones. Se conocieron a finales de los 70 y, supuestamente, la relación se interrumpió cuando Bárbara se casó con Ángel Cristo. Ya en los 90, acuciada por las deudas y separada del domador, retomó el contacto con el monarca. La actriz invitó a Juan Carlos I a almorzar en su casa de Boadilla del Monte (Madrid) el 22 de junio de 1994. Como desvelaron los papeles de Manglano, era una trampa perfectamente orquestada.

En el interior habían preparado dos cámaras ocultas, una dentro de un televisor que vaciaron y otra en un lapicero. Cuando los protagonistas de la escena entraron, se realizaron tres grabaciones, «dos en la cama y una en el salón», como desveló 'El jefe de los espías', publicado por los firmantes de esta información en octubre de 2021.

El 4 de julio de 1994, lunes, a las 19:00 horas, Don Juan Carlos, en presencia de Fernando Almansa, jefe de la Casa del Rey, telefoneó a Emilio Alonso Manglano. Le informó de que una persona, que decía ser guardia civil, había llamado y enviado dos diapositivas a La Zarzuela. Desde el primer momento el jefe de seguridad de La Zarzuela, teniente coronel Quintana Lacaci, supo que detrás del chantaje estaba Bárbara Rey, y así lo hizo saber.

Para evitar la difusión de las imágenes, Manuel Prado y Colón de Carvajal, administrador de la fortuna privada y oculta de Don Juan Carlos, hizo al menos una entrega de 25 millones de pesetas a la artista, de la que informó al teniente general Emilio Alonso Manglano. Además, el director del Cesid trasladó instrucciones directamente al gabinete de Felipe González para que RTVE contratara a Bárbara Rey. Desde La Moncloa se pusieron en contacto con el ente público y, en apenas unos meses, la vedette tenía un programa. El propio Rey Juan Carlos se interesó en agosto de 1997 por cómo iban las gestiones con Televisión Española.

«Bárbara Rey ha vuelto a pedir ayuda, sabe cosas»

Según fuentes próximas a la vedette, en ese momento ya arrastraba una deuda de «15 millones de pesetas con prestamistas del casino de Torrelodones» (Madrid). Cabe recordar los problemas de adicción al juego de la artista, de los que ella misma ha hablado en numerosas ocasiones. Así, el dinero se le acabó pronto, motivo por el que en 1995 pidió más. Y en 1996. Y siguió pidiendo, cada vez en un tono más alto, en 1997. «Emilio, Bárbara Rey ha vuelto a pedir ayuda, sabe cosas», dijo el monarca a Manglano en una audiencia una vez que éste ya había dejado el Cesid. «Hablar con M. Prado», anotó el teniente general.

Finalmente, el 2 de octubre de 1997, el Rey contó a Manglano cómo cedieron al chantaje: «Se ha llegado a un acuerdo. Ella firmará un papel. Se le entregan 100 millones de pesetas de entrada y 50 al año, en porciones mensuales, durante diez años. Las aportaciones mensuales las pagará el Cesid. Los 100 millones aún no se sabe». Muchos años después, el citado Alberto Saiz aseveró que no se usaron fondos reservados, sino que, según su versión, los agentes secretos se limitaban a recibir el dinero de donantes, amigos del Rey Juan Carlos, y canalizarlo hasta Bárbara Rey. Dos agentes del servicio secreto, que respondían a los nombres de 'Aurelio' y 'Andrés', según ha podido saber ABC, se encargaron de hacer las entregas personalmente a la artista. La más abultada fue, según fuentes conocedoras de los pagos, una de 50 millones de pesetas, 300.000 euros sin calcular el efecto de la inflación. Usaban billetes de la mayor graduación, 5.000 y 10.000 pesetas.

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