La boda de la princesa Marta Luisa y el chamán Durek: cubiertos por sábanas para proteger la exclusiva

Hay muchas formas de hacer una gran entrada en una boda, pero ninguna tan sorprendente como la de la princesa Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett. Llegaban a la ceremonia rodeados de sábanas blancas en un intento de proteger la exclusiva que ya han vendido a la revista 'Hola!' -y su versión en inglés, 'Hello!'- y a Netflix.

La primogénita de los reyes Harald y Sonia y su ahora marido han celebrado su enlace en Geiranger, una pequeña localidad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ubicada frente al fiordo Geirangerfjord, donde han acudido familia y amigos, incluidos miembros de otras realezas europeas. A pesar del gran despliegue, se ha podido ver por un instante el vestido de novia.

Durante el directo realizado por la televisión Noruega 'TV2', Marta Luisa se ha agachado y ha sido entonces cuando ha revelado al mundo su elección para su gran día. Un escotado vestido blanco en pico, bordado con flores y encaje. De peinado, un semirecogido. Ha sido su hija Maud Angélica la encargada de acompañarla hasta el altar.

Uno de los detalles que no ha pasado desapercibido ha sido la tiara que llevaba la princesa. Se trata de un adorno muy especial ya que se lo regaló su abuelo, el rey Olav V, con motivo de su 18 cumpleaños. Realizada en platino y repleta de diamantes, presenta espigas de trigo, de ahí su nombre, y está coronada con varias perlas. Otro de los 'looks' que más ha llamado la atención ha sido el de la reina Sonia que, como otros miembros de la familia, ha lucido el colorido Bunad. Se trata de un traje regional noruego para los grandes acontecimientos, del que hay 450 tipos distintos, dependiendo de la región.

Así, el 'gran día' se ha convertido en tres. Las celebraciones comenzaron el jueves, con la llegada de los primeros invitados procedentes tanto de Noruega como de Estados Unidos. Por parte de la novia, además de sus padres, ha asistido el príncipe heredero Haakon con su esposa Mette-Marit, acompañados de sus dos hijos, Ingrid y Sverre Magnus. De la vecina Suecia llegó la princesa Victoria con su marido Daniel, además de su hermano Carlos Felipe y su mujer Sofía.

Aunque no han trascendido muchas imágenes por el momento, se espera que los aristócratas no sean los únicos rostros conocidos de la ceremonia. Verret cuenta con fieles seguidores en Hollywood y podrían acudir algunos de sus grandes amigos como Gwyneth Paltrow, Amanda Hearst o Selma Blair.

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