Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett. Afp

Así será la boda de Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett

La pareja se dará el 'sí, quiero' en Geiranger, localidad noruega declarada Patrimonio de la Humanidad

Joaquina Dueñas

Jueves, 11 de abril 2024, 12:34

Después de encontrarse «a través de continentes, etnias y antecedentes sociales», Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett están «increíblemente felices de poder celebrar nuestro amor en los hermosos alrededores de Geiranger. Significa mucho para nosotros poder reunir a nuestros seres queridos en un lugar ... tan rico en historia y naturaleza espectacular», han declarado recientemente. La pareja se dará el 'sí, quiero' el próximo 31 de agosto en esta pequeña localidad de Noruega declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ubicada al oeste del país, frente al fiordo Geirangerfjord. El medio digital noruego 'Se og Hør' ha tenido acceso a la invitación que han recibido los familiares y amigos que recoge todos los detalles de la celebración, con cuatro días de fiesta, un crucero y varios colores vetados el día de la ceremonia.

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El jueves 29 comenzarán a llegar los invitados procedentes tanto de Noruega como de Estados Unidos, entre los que se espera la asistencia, además de la familia real, de amigos de la pareja tan conocidos como Gwyneth Paltrow, Lenny Kravitz o Amanda Hearst. Comenzará entonces lo que los novios han denominado como una «aventura inolvidable» de cuatro días y tendrá lugar la fiesta de bienvenida en el hotel 1904. La pareja no ha dejado nada al azar y para la ocasión pide un atuendo «sexi y genial». Una solicitud un tanto arriesgada que seguro que dejará alguna anécdota.

Al día siguiente, el viernes 29, hay programado un crucero de tres horas por el fiordo Geirangerfjord. Esa misma noche tendrá lugar el cóctel y la cena de preboda en el hotel Union. Para el caso, ellas llevarán vestido de baile y ellos, traje, unas instrucciones que permiten adivinar que habrá música y baile durante horas.

El sábado será el gran día del enlace. Para ese momento, también hay varias indicaciones. La más importante tiene que ver con el color de la indumentaria de los asistentes. Como es tradición, las invitadas no podrán ir de blanco, pero tampoco de rosa, de dorado o completamente de negro. Y para que no haya lugar a dudas los novios animan a los asistentes estadounidenses a inspirarse en la alfombra roja de los Oscar, mientras que a los europeos les ponen como referente las cenas de gala tan habituales en el viejo continente. Tras el 'sí, quiero', vuelta a la fiesta, de nuevo en el hotel Union, con un gran banquete y baile. Ya el domingo, quienes todavía tengan fuerzas, podrán disfrutar de un brunch antes de su partida.

Eso sí, solo veremos de esta boda lo que los novios quieran, ya que, han prohibido a los invitados hacer fotos, una medida que no solo vela por la privacidad de la pareja, sino por la de todos los presentes, entre las que habrá varias estrellas internacionales.

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La princesa y el chamán han cuidado hasta el último detalle para cumplir su sueño de convertirse en marido y mujer después de que a principios del año pasado tuvieran que posponer el enlace por un agravamiento en la dolencia renal que él sufre desde hace tres décadas.

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