La batalla de Françoise Hardy por una muerte digna: exige una ley de eutanasia a Macron

El ocaso de una de las estrellas de la cultura popular del siglo XX en Francia ha puesto encima de la mesa el debate sobre la eutanasia. La cantante y actriz Françoise Hardy, gravemente enferma de cáncer, ha emprendido una batalla para exigir su derecha a una muerte digna. Y lo ha hecho con una carta dirigida al presidente Emmanuel Macron cuando justo acaba de cumplir 80 años.

Hardy fue un símbolo de la nueva feminidad en Francia durante los años 60. Criada en un ambiente humilde en París, se convirtió en una celebridad. Ocupaba portadas y había vendido dos millones de discos en un año, además de participar en Eurovisión en 1963 para representar a Mónaco con el tema 'L'amour s'en va'. Quedó quinta.

Ahora, Hardy lleva años librando un duro combato contra un cáncer del sistema linfático y de laringe. Tras más de cincuenta sesiones de radioterapia, asegura que se ha convertido en «prisionera y condenada en un cuerpo que se ha convertido en su peor enemigo», en palabras de su hijo Thomas. Hardy ha perdido movilidad, memoria y vista. Respirar ya es todo un esfuerzo. En su última entrevista concedida, en el pasado mes de diciembre, aseguró que su proyecto es «partir hacia la otra dimensión lo antes posible y también lo más rápido y menos dolorosamente posible».

En ese mismo mes, el medio 'La Tribune Dimanche' publicó una carta de Hardy a Macron. En la misiva insta al presidente a aprobar lo antes posible una ley de eutanasia. Y puso el ejemplo de su madre, que padeció la misma enfermedad. «Fue gracias a dos médicos comprensivos y valientes que mi madre no debió ir hasta el final de una enfermedad incurable e insoportable», escribió. «Usted lo sabe, una mayoría de gente quiere la legalización de la eutanasia –concluyó–. Todos confiamos en su empatía y esperamos que permitirá a los franceses muy enfermos y sin esperanza que puedan frenar su sufrimiento cuando sepan que ya no hay ningún alivio posible», insistió en el texto.