A África si hay que ir se va. Pero ir por ir... Paula Echevarría viajó a Kenia de la mano de Jesús Calleja el año pasado y el resultado se emitió el domingo. Ella tenía miedo de los búfalos, pero está claro que más 'cornás' ... dan los troles en las redes. En su día la pusieron a caer no ya de un burro sino de una jirafa (que es más alta) por haber mezclado su intrépida expedición con la promoción de un champú. Un poco de razón tenían, porque eso de aprovechar que el polvo y el calor de la sabana resecan el cabello para anunciar una línea rica en keratina resulta de un anticlímax total. Es como si Robert Redford, en lo mejor de esa secuencia en la que le está lavando la cabeza a Meryl Streep en 'Memorias de África', de pronto mirara a la cámara con un bote de champú en la mano y soltara un eslogan patrocinado por una marca: «Para un pelo sedoso en plena selva...». En fin, que Paula Echevarría oyó «Yo tenía una granja en África» y pensó: «Yo tenía una ganga en África». Pero no ha colado.

Publicidad

En favor de la asturiana hay que decir que, como el famoso anís, su presencia siempre agrada. Ella derrocha simpatía y buen rollito lo mismo entre masais que kikuyus. Eso sí, es más malhablada que un peón caminero y tiene un novio que por suerte ha sido futbolista porque para torero anda el muchacho, como diría un taurino, 'justito de valor'... Las 'espantás' de Miguel Torres ante la probable presencia de leones han quedado para los anales. Pasó más canguelo que la propia Paula. Ella, cuando su jeep quedó atascado en el barro en plena noche, se mostró dispuesta a bajar del vehículo mientras él se atrincheraba en su interior y dejaba que empujaran otros... ¡Qué poco fotogénico es el miedo! Por eso a África si hay que ir se va... Pero a poder ser sin que te grabe Calleja.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad