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Puro duende catalán en el centro de Vitoria

Puro duende catalán en el centro de Vitoria

La mezcla de «música tradicional catalana con flamenco y jazz» de Libérica saca un sobresaliente en el Principal

Viernes, 7 de julio 2023, 20:55

El contrabajista Manel Fortià se encargó de explicar de qué iba eso del proyecto 'Libérica' tras un primer tema cargado de nostalgia, emoción atormentada y quejíos. «Mezclamos música tradicional catalana con flamenco y jazz. Toma ya», dijo tras una presentación este viernes con la canción popular 'El rossinyol', en la que todos sus cómplices sobre el escenario del Teatro Principal. Si había dudas acerca de esta propuesta de mestizaje de Fortià, se despejaron rápido. El cantaor Pere Martínez, la saxofonista Eva Fernández, el pianista Max Vilavecchia y el batería Raphael Pannier brillaron junto a él y se metieron en el bolsillo a un patio de butacas lleno de nuevo.

Ya sabemos que un tal Paco de Lucía llevó eso del hermanamiento del flamenco y el jazz a cotas altísimas dejando varios recuerdos en Vitoria, que Jorge Prado o Javier Colina lo bordan en cada actuación, pero Fortià -que empezó a tocar el bajo tras ver al maestro Colina- emprende una nueva aventura con ese mérito que tiene hacer que resulte todo natural y nada impostado. Conjugando canciones populares y alegrías, soleás o bulerías. Pero a su vez con el género surgido en Nueva Orleans como pegamento.

Todo apoyado en unos magníficos músicos que sellaron una actuación memorable dentro de esta 46 edición que llega a su fin y en la que el programa en el teatro de la calle San Prudencio está sacando muy buena nota. Cómplices y disfrutones en el conjunto. Pero también en la individualidad con una Eva Fernández, que lució especialmente en cada solo en el que fue su estreno con la formación. Sobre el cante de Pere Martínez, conocido por su trabajo en Los Aurora, queda decir que se merece un puesto en la lista de cantaores flamencos más destacados de su generación. Tras 'El rossinyol', que tenía algún eco de la apertura de 'Omega', de Morente, en un terreno acústico, el segundo tema que eligieron, 'Els tres tambors' parecía apelar a lo primitivo. Para ello emplearon como percusión la caja de resonancia del piano;o los bordes del contrabajo. La alegría con la que tocaban era contagiosa y la confianza sobre las tablas era evidente. «Estáis disfrutando? Nosotros también. No sé si se nota», comentaban en otro momento de la actuación.

Tanto que se notó en un recital dinámico que pasó por diferentes palos flamencos, solos de jazz triunfantes y una recuperación de las melodías tradicionales con mucha finura. Oscuros en 'La presó de Lleida', elegantes en 'La Calma de la Mar', para el final dejaron 'La dama de Aragón (La Dama D'Aragó')', el «hit», en palabras del grupo encabezado por un Fortià agradecido. «Me quedaría a vivir en Vitoria», soltó. Ese tema se iba haciendo inmenso tras unos compases algo tétricos. Para el bis dejaron una milonga, 'Risa cautiva'. Entre el público de pie se escuchó un «guau». La hora y media pasó volando.

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