Festival de Jazz de Vitoria | Samora Pinderhughes, cantante y pianista

«El patriarcado y la supremacía blanca están ligados y ambos deben ser desmantelados»

– Una curiosidad, ¿de dónde viene el nombre Samora, es un apodo?

– Me llamaron así por Samora Machel, que fue el líder anticolonialista de Mozambique: lideró la Revolución contra los portugueses y luego se convirtió en el primer presidente del país elegido democráticamente.

– Antes de lanzar el disco 'Grief' hizo unas 100 entrevistas a personas que habían estado encarceladas. ¿De qué manera influyó en su música?

– Todas las canciones están directamente inspiradas en varias entrevistas que hice para el proyecto llamado The Healing Project. Cada pieza está relacionada con una historia de la vida real. Actualmente, en The Healing Project, estamos trabajando para liberar a un hombre llamado Keith LaMar del corredor de la muerte de Ohio, en Estados Unidos. Se trata de una situación muy urgente y animo a todo el mundo a conocer la situación de Keith y quién es, y a implicarse en nuestra campaña por la libertad.

– Aunque nació en Estados Unidos vivió un año en Cuba de pequeño, cuando tenía 10 años, porque sus padres se lo tomaron como sabático. ¿Cómo le marcó?

– Toda mi base musical, las razones por las que toco, se formaron en Cuba. Tocaba la batá (una serie de tambores relacionados con la práctica espiritual de la santería) y el piano. Allí es donde conecté con el espíritu de la música y también donde obtuve una perspectiva de cómo es la vida fuera de Estados Unidos.

– La canción 'Masculinity' es la más conocida de su repertorio. ¿Es ya un tema imprescindible en sus conciertos?

– Siempre está en nuestro 'setlist', y es muy importante para mí. Me ha conmovido mucho el hecho de que haya gente de todo el mundo a la que le ha llegado el tema. La escribí originalmente para cuestionar el papel que desempeña la masculinidad en nuestra sociedad, tanto en términos de cómo la ven los hombres así como cómo la sociedad trata a los hombres y niños de color. La escritora y activista Bell Hooks, que inspiró esta canción, nos enseña que el patriarcado está profundamente ligado a la supremacía blanca, y que ambos necesitan ser desmantelados.

– Su hermana Elena Pinderhughes es una flautista reconocida. ¿Hay más músicos en su familia?

– Solo nosotros dos. Estamos muy unidos y nos encanta crear música juntos.

– ¿El jazz los descubre pronto? ¿Cuándo empieza a tocar?

– Empecé a tocar el piano a los 7 años. Descubrí el jazz a través de un programa musical al que asistí de joven, llamado Young Musicians Choral Orchestra en Oakland, California. Mis mayores inspiraciones fueron Herbie Hancock y Ahmad Jamal.

– Ha colaborado con Common, algunas de sus canciones se identifican a veces con el R&B y por momentos incluye partes rapeadas. ¿Cómo es su relación con estos géneros?

– Me encanta el hip hop y lo respeto profundamente como parte del linaje del que provengo, de la música negra. Es una tradición de uso genial del ritmo, de la armonía y del lenguaje para contar verdades importantes y con un estilo particular. Estudio a raperos, como Andre 3000, Tupac, Kendrick, Kool G Rap, Vince Staples, Biggie, Mac Dre, Ab-Soul, A Tribe Called Quest, Dead Prez, Lupe Fiasco y muchos más.

– ¿Qué puede decir acerca de sus conciertos?

– Nuestras actuaciones son conciertos de sanación que pretenden llevar a la gente a un mundo en el que puedan sentirse vulnerables, ser más honestos, y vivir emociones profundamente.