Poco antes del estreno ante el público del festival, quien encabeza la organización del veterano ciclo explica algunos detalles. Íñigo Zárate apuesta por una renovación y una especialización musical en unos años pero, por el momento, encara con seguridad esta primera apuesta del nuevo equipo ... para el longevo ciclo de jazz.
- ¿Hay nervios?
- Sí, claro, porque además estos últimos días son cuando nos lo jugamos todo en las ventas. Van bien, según el objetivo previsto, pero la gente compra mucho a última hora. Depende de estos días si terminas o no de llegar a tu objetivo. Son cruciales. Pero es que también hay mil detalles, mil cositas que hay que terminar de ajustar.
- ¿Cómo va el ránking?
- Omara y Drexler son los que mejor están funcionando. Los demás, parecidos.
- ¿Llegarán a agotarse las entradas del viernes?
- Tanto como agotar, no lo creo. Pero desde luego, se están vendiendo bien. Claro que en estos dos días antes del festival se puede casi vender tanto como el tiempo previo. Es muy complicado hacer una previsión.
- ¿Ha funcionado Benny Golson como reclamo para la venta de abonos?
- Yo creo que sí, porque la gente ha comprado y pregunta muchísimo por Benny Golson. Lo que pasa es que el que no está interesado de verdad no adquiere el abono y quien está interesado ya se lo compraba antes. Aparte de como reclamo, también ha sido por agradecer al abonado de toda la vida la implicación con el festival y cargar con más jazz el peso del abono. Tampoco ha sido expresamente para vender.
- ¿Cuáles son los conciertos que espera con más expectación?
- Uno que me interesa muchísimo y que artísticamente es de lo que más va a marcar este año: el concierto de M.A.P. con la Banda Municipal. M.A.P. es un trío espectacular, por la propuesta que tienen, el lenguaje que usan, el sonido es una cosa increíble. Son tres músicos que están a nivel mundial: las giras que está haciendo Mezquida con muchísima gente son algo increíble. El arreglo del disco para banda sinfónica creo que es, con diferencia, la mayor apuesta e interés de este año.
- ¿Otras propuestas?
- Tengo también muchas ganas de ver a Kamasi y a Ambrose Akinmusire, que hacen sus proyectos. Es una fecha muy redonda, también con un rapero en Falerina, y con electrónica pero con el denominador común del jazz, para la gente más joven. Y para que venga gente de fuera. Pero el día de M.A.P., con una segunda parte con Danilo Pérez, Chris Potter, Avishai Cohen, Larry Grenadier y Johnathan Blake, es muy redondo para el aficionado al jazz.
- ¿Para crear afición hay que reducir la proporción de canas en Mendizorroza?
- Sí, claro, hay que tener este equilibrio. Tenemos todas las canas que quiera, con el Golden Gate Quartet, con Benny Golson o con Omara Portuondo. Hay que respetarlas y valorarlas y disfrutar de esta gente mientras esté en activo. Esto no quita tener en cuenta que lo que se está haciendo ahora ya no es esto, todos los músicos jóvenes -al margen de definiciones o etiquetas- hacen una música que hay que disfrutar, da igual el nombre que le quieras poner. Y siempre con el jazz de fondo, porque sigue existiendo y se sigue haciendo aunque no sea bebop. Hay cosas muy buenas e interesantes, como los mismos Kamasi y Ambrose. La música está yendo hacia otros sitios y vamos a acompañarla.
- ¿Qué respuesta tienen las propuestas educativas de clases magistrales y el taller de metales?
- Los talleres, desde luego, no son multitudinarios. Pero tenemos gente apuntada a las tres opciones. Son detalles que aportan al festival más prestigio, terminar de redondear, de completar el festival. Este año hemos hecho poca cosa pero intentaremos potenciarlo, como se ha hecho en el pasado también.
Falerina y la gente joven
- El programa de Falerina refleja también una mirada al entorno más próximo.
- Queremos aprovechar para traer a gente joven tanto en el escenario, a través de las escuelas de música, como en el público. Se trata de que los músicos jóvenes le quiten el miedo, toquen y puedan ver a un grupo profesional en la segunda mitad, compartan experiencias en momentos como la prueba de sonido y demás. Esto es enriquecedor siempre. Y entre los grupos profesionales hay cuatro españoles de muchísima calidad. La apuesta es que gente joven o sin tanta afinidad con el jazz se pueda pasar por un concierto al aire libre y gratuito. Creo que es una forma amable de acercarse.
- Ahora se programa jazz en múltiples locales. El Dazz lo hace todo el año, gratis y con gran nivel. ¿Se plantean colaborar con ellos?
- No tenemos pensada ninguna colaboración concreta con este establecimiento. Pero sí que es una espinita hacer algo en invierno. Presupuestariamente, en este momento no es viable, pero es algo que tenemos en la recámara. Sí que es cierto que el Dazz es el único que programa jazz todo el año y está haciendo una labor magnífica.
- ¿Cuál sería el título ideal para el epílogo de esta edición del festival?
- Queremos trabajar a medio y largo plazo para darle un cierto cambio de aire y orientarlo un poco más hacia cosas más nuevas. Las formas de consumo del público son las que son y si no te adaptas a los tiempos, vas cayendo poco a poco. Hay una reconversión que tenemos que hacer sí o sí, obligados por el entorno. Este año no hemos tenido margen para trabajar en esto, pero en la programación hay cosas interesantes, gente que no había venido nunca. Lo cogimos en febrero y la cuestión ha sido hacer una edición más.
-
Músicos veteranos
«Las canas hay que valorarlas y respetarlas y disfrutar de esta gente mientras esté en activo»
-
«Reconversión, sí o sí»
«Las formas de consumo del público son las queson y si no te adaptas a los tiempos, vas cayendo»
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.