![Un mapamundi de Vitoria](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201907/17/media/mapp.jpg)
![Un mapamundi de Vitoria](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201907/17/media/mapp.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Si en Bilbao tienen mapamundis en papel, en la capital alavesa los hay también, pero de otra categoría. Como decía Humphrey Bogart sobre 'El Halcón Maltés', del material con que se forjan los sueños.En este caso, una música capaz de transportar al oyente a ... través de un cúmulo de sensaciones diversas. Sobre todo cuando la amplia paleta de sonidos de la Banda Municipal de Vitoria sirve para envolver la creación jazzística de Marco Mezquida (piano), Ernesto Aurignac (saxo alto) y Ramón Prats (batería): una partitura que supone el estreno mundial de una orquestación cuya pila bautismal tiene label alavés.
En el Festival de Jazz de Vitoria, el director Iker Olazabal y sus tres decenas muy largas de músicos han tejido al detalle un lienzo donde la banda aporta «una sensación apoteósica y espectacular», según la descripción del pianista mallorquín previa al concierto. Y, desde luego, Marco Mezquida no se marcaba un farol. Desde el arranque, la propuesta arreglada por el saxo malagueño Aurignac ya apuntaba algo muy fuera de lo habitual.
Al mirar hacia las gradas, podía apreciarse de un golpe de vista que el polideportivo de Mendizorroza lucía una discreta entrada, como suele suceder en las jornadas más inequívocamente jazzeras. Pero, como bien sabían los buenos aficionados, la doble actuación iba a permitirles escuchar tanto música escrita como creación en directo, para construir un todo de un nivel artístico excepcional. De esos que, o crean adeptos, o hacen reverdecer los brotes de quienes ya llevan al jazz dentro, aunque no sean muy de orquestas. Pero sí con oídos abiertos para escuchar sin miedo al 'esfuerzo'. Estaba claro que no se trataba de algo de fácil escucha, pero tampoco inaccesible. Aunque las expresiones de algunos rostros parecían situar a sus dueños muy lejos del polideportivo.
Desde la propuesta de Darcy James Argue hace cinco años, no había subido al escenario del festival ninguna otra formación que remitiera al oyente a una sonoridad contemporánea relacionada con gente como el maestro Frank Zappa y sus múltiples influencias. Esto significa mucha calidad y también mucha aventura musical con ecos de free jazz.
Y es que hubo momentos tan emocionantes como apabullantes, por la fuerza de la masa orquestal y la energía desarrollada. También se registraron intensidades de enorme categoría. No sólo en cuanto a los decibelios sino, lo que es mucho más importante, en relación con las frecuencias sonoras que generaban todo un horizonte musical. En él había lugar para todo tipo de colores, desde lo mediterráneo a lo anglosajón, lo lírico o el blues, desde lo más luminoso y sensible hasta lo más riguroso e intelectual.
Con una potencia orquestal de tal magnitud, los tres jazzmen podían fluir y desarrollar ideas, intercambiar frases y conceptos con la rotundidad o la sutileza deseada. Pero siempre con ese marco de distinción, todo un vehículo de alta gama para viajar por la excelencia de la música de M.A.P., que consiguieron cautivar a muchos con un planteamiento que no puede dejar a nadie indiferente, capaz de generar verdaderas pasiones. 'U' no.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.