«La magia del jazz es que cada concierto puede ser diferente al anterior»

-¿Qué tiene de particular esta formación?

- Pitarch y Felices forman mi trío, con el que llevamos tiempo haciendo conciertos. Miguel Zenón, referente del jazz a nivel mundial, viene como invitado al concierto gracias a que nos conocimos hace poco tocando en un festival en Holanda. Es un honor que se una a nosotros.

- Se apunta que en el concierto se fusiona jazz, ritmos africanos o armonías clásicas.

- Sí. Tocamos composiciones mías con diferentes influencias pero con mucha energía y ritmo.

- En 2018 fue finalista del Concurso Thelonious Monk y ganó antes el Keep an Eye International. ¿Qué han supuesto?

- Ayudaron a que más gente me conociera, especialmente la Monk Jazz Competition, que es seguramente el concurso de jazz más importante del mundo, que se celebró en Washington DC.

- Hay una parte de la sociedad que considera el jazz como un género elitista. ¿Por qué cree que cuesta más llegar al público?

- Quizá porque no hay una mentalidad de ser curioso. A veces queremos escuchar algo que ya conocemos, como pasa en la música pop, y en el jazz es lo contrario, cada concierto puede ser diferente y como oyente la idea es estar abierto y receptivo a escuchar cosas nuevas, esa es la magia.

- Eliane Elias, Masecki y Robert Glasper son algunos de los grandes atractivos del festival.

- Creo que el piano siempre ha tenido un rol fundamental en esta música, muchos de los grandes nombres de la historia de esta música son pianistas, desde Art Tatum a Bud Powell, Thelonious Monk o Herbie Hancock. Efectivamente, sigue habiendo muchísimos pianistas de gran nivel con los que me inspiro.

- ¿A qué edad comenzó a tocar?

- Mi hermana mayor tocaba el piano y me empezó a enseñar cuando tenía unos cinco años. Después ya fui al conservatorio de Tortosa, y luego el de Tarragona.

- ¿En qué momento se dio cuenta de que tenía un talento especial?

- No he tenido un momento así. Siempre he ido tocando porque es algo que me llena y me motiva. El proceso de entenderlo como algo para dedicarme profesionalmente fue llegando de forma natural, un tanto gradual.