El Festival de Jazz de Vitoria volverá a Mendizorroza con Eliane Elías, Snarky Puppy y James Brandon Lewis como atractivos

Por su parte, el Teatro Principal, otra de sus sedes habituales, contará con el saxofonista James Brandon Lewis, conocido por su álbum 'Mollecular' y considerado mejor saxo tenor por algunas revistas especializadas. Su actuación tendrá lugar el viernes 15 de julio en el escenario de la calle San Prudencio reservado a actuaciones más vanguardistas. Allí también se presentará dos días antes el pianista y compositor armendio Yessaï Karapetian.

Con la vuelta a Mendizorroza, el certamen confía en volver a «citar a todos los aficionados al jazz, fiel a su esencia y con la ilusión de ofrecer inolvidables conciertos de intérpretes consolidados junto con figuras emergentes del jazz más actual», reconoce la organización. Eliane Elías y Snarky Puppy son los grandes atractivos del primer avance del cartel.

Mientras que Eliane Elías es considerada una de las grandes maestras del jazz en Brasil, donde renovó la fusión de géneros como la bossa nova con arreglos impensables, la banda instrumental Snarky Puppy reconoce influencias de bandas como Led Zeppelin o The Beatles y está liderada por Michael League, artista que también forma parte de la banda Bokanté. Comenzó como un grupo de amigos universitarios en el programa de Estudios de Jazz de la Universidad del Norte de Texas. «Una intersección fortuita con la comunidad de góspel y R&B dotó a su música de ritmos más funkys», señala la organización del festival acerca de una banda inclasificable y juguetona en directo con temas llenos de giros sorprendentes como 'Lingus' o 'Binky'. Sus discos 'Sylva' (2016), 'Culcha Vulcha' (2017) y el directo 'Live at the Royal Albert Hall' (2021) han sido reconocidos con un Grammy.

La brasileña Eliane Elías, que firmó un aclamado disco 'Solos and Duets' junto a Herbie Hancock, es una de las apuestas seguras de los festivales. En Vitoria, además, rendirá homenaje a una figura especialmente querida, Chick Corea, con quien también trabajó mano a mano para el álbum 'Mirror mirror'. Del virtuosismo de la artista, ella misma ha dejado algunas notas. En 2008 actuó en el Teatro Arriaga y contó a este periódico que su profesora lloraba cuando empezaba a tocar. Incluso con ejercicios simples. «Fui una niña prodigio; cuando yo tocaba, la profesora lloraba».