«Hemos creado un programa con más mezcla de géneros para atraer al público joven»

Los organizadores se mostraban ayer pletóricos ante la ansiada vuelta a la normalidad de una cita que, defienden, pisa fuerte con un cartel que califican «de vuelta a las esencias». Los grandes clásicos y maestros del género se verán las caras con las propuestas más modernas y experimentales. «Siempre estamos intentando atraer a nuevos públicos al festival. Ya tenemos uno muy fiel, pero queremos que también venga gente más joven», aseguró Ibarrondo.

Así, los más cafeteros del festival disfrutarán con el retorno de las 'jam sessions' (actuaciones de medianoche) y de las improvisaciones, por ejemplo, del último en sumarse a esta gran fiesta de la música, el pianista estadounidense, Cyrus Chestnut.

Pero también y, fruto de esa apuesta más desenfadada, llegará a Vitoria uno de los raperos más populares y veteranos del panorama nacional. «Kase O está de gira este verano por todo el Estado con un proyecto que se llama 'Jazz Magnetism'». Un programa que mezcla sus rimas con el jazz. «Él tiene un fondo de música muy jazzera, de hecho, la mayoría de músicos que vienen con él tienen un perfil jazzístico muy marcado que de alguna manera nos permite tender ese puente con la juventud», explicaba el director.

Y es que el concepto de jazz, afortunadamente, se ha abierto a explorar nuevos terrenos, como el que ha abierto el rapero aragonés. «El jazz no solo es contrabajos, baterías y pianos, sino que siempre ha sido muy permeable a otros géneros y Kase O creemos que puede ser una combinación fantástica para los jóvenes den ese primer paso y se animen a venir a Mendizorroza», aprecia el director.

«Ecléctica» y difícil de encasillar es también la propuesta de Snarky Puppy, otra de las voces más llamativas que llegarán al festival este año. «Sus integrantes también giran con sus proyectos individuales, pero siempre con un perfil jazzístico. Al final lo que les define es su directo brutal e impactante y luego una de sus esencias es la improvisación. Lo mismo tocan funk, pop, el jazz que está más en la frontera y también el más clásico. Esa mezcla es la que les da su atractivo», describe.

Es más, ante la gran disponibilidad de contratar artistas después de dos años de restricciones, los reponsables del ciclo vitoriano han tenido que dejar algunos «fuera del cartel», aunque podrían «venir en próximas ediciones». «Ha sido más fácil contactar con los múscos que en los dos años anteriores. Sí ha habido problemas para conseguir que se quedaran hasta nuestras fechas. Algunos ya se volvían para entonces a Estados Unidos. La mayoría de grandes festivales de jazz europeos empiezan en junio y principios de julio, pero hemos conseguido que algunas de las giras se retrasen y casi somos los últimos conciertos de algunas de ellas».

De este modo, con muchos artistas apuntados con lápiz en la pizarra de la edición del año que viene, lo único que queda por cerrar serán las actuaciones de jazz al aire libre que, anunciaron, harán públicas estas próximas semanas.