Un momento del concierto de Baldo Martínez en Mendizorroza. BLANCA CASTILLO

Baldo Martínez estrena su jazz con éxito en Mendizorroza

El sexteto del músico gallego abre con los conciertos del festival en el polideportivo con su proyecto 'Música imaginaria', compuesto para el ciclo de Vitoria

Miércoles, 5 de julio 2023, 22:01

La libertad de la que presume el género del jazz es un arma de doble filo. Y hasta en el caso de Ornette Coleman y su creación, el free jazz, hay elementos, conceptos y convenciones diversas que enmarcan las piezas musicales o el campo por ... el que transitan los improvisadores. En muchos casos, sobre todo en los ideales, son los propios músicos quienes tienen la potestad de establecer esas fronteras para su creación. Pero aquí está Baldo Martínez, a quien el Festival de Jazz de Vitoria ha pedido que ponga notas, compases y armonías a una serie de piezas, que el contrabajista gallego ha decidido bautizar como 'Música imaginaria'.

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Y tanto la temática como los contenidos relacionados con el festival alavés de jazz llegaban a los oídos del público en la primera velada en Mendizorroza de la 46 edición. En el arranque, las gradas y las sillas de pista mostraban una ocupación cercana a la media entrada, pero seguía llegando un goteo de público.

Aunque el compositor y su sexteto de músicos españoles y portugueses han tratado de absorber elementos y esencias de la capital alavesa –algo que ya buscó con su big band Wynton Marsalis de cara a su 'Vitoria Suite'–, las claves ya estaban en el papel. Las ha tenido que aportar el propio Baldo Martínez, ya que el festival de Vitoria le había dado carta blanca para crear. Y así se ha alumbrado este proyecto, como un viaje por su universo musical, donde caben desde las raíces del folklore hasta la contemporaneidad jazzística, sin olvidar la libre improvisación, en la que la estancia de los músicos en la ciudad sí ha podido tener más peso.

Junto al líder, Joâo Barradas (acordeón), Andrés Coll (vibráfono y marimba), Julián Sánchez (trompeta y fiscorno), Juan Saiz (saxos y flauta) y Lucía Martínez (batería y percusión) conformaban un sólido vehículo para las composiciones, un proyecto que el líder situaba entre el privilegio y la gran responsabilidad en su primer saludo a los receptores de su obra. Y ya avisó que iba a hablar poco y dejar, como es lógico, que fuera esa 'Música imaginaria' la que se dirigiera a los oídos del respetable.

Lo hicieron los diversos instrumentistas, e incluso la baterista con la voz. También, con diferentes dinámicas e intensidades, con el vibráfono demasiado amplificado por momentos. En ciertos pasajes el sexteto entró en remansos sonoros como el protagonizado por el acordeón, que cansó un tanto a los poco adeptos a este instrumento. Todos fueron muy aplaudidos aunque se echaban de menos más palmas, sobre todo por la cantidad de respaldos de madera vacíos que se podían ver en las gradas.

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Martínez agradeció al festival su confianza. Y lo cierto es que los responsables del ciclo acertaron porque el estreno fue un éxito en cuanto a calidad, aunque la cantidad sigue siendo asignatura pendiente en Mendizorroza. Si hay que calificarla, la colección de temas de Baldo Martínez se lleva el cum laude. Pero lo que no gusta tanto al aficionado es tener que pagar esos precios en el bar, que se ha convertido en todo un lujo, con cervezas a 3,50 euros. Esto no hará rico a nadie y sólo hace más elitista al jazz.

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