Los últimos balanceos de El Columpio Asesino

Anunciaron su retirada en febrero de 2023, y en septiembre de ese mismo año agotaron dos noches consecutivas en el Kafe Antzokia, al igual que han hecho en varias ciudades durante esta emotiva gira de despedida, en cuyo transcurso falleció su bajista Dani Ulecia. El último balanceo de El Columpio Asesino tendrá lugar en Madrid, en la sala La Riviera. Tras agotar entradas para el 9 de noviembre, han ofrecido una segunda fecha, el 8 de noviembre, y también se prevé un sold out inminente. «Nos estamos preparando física, psicológica y emocionalmente para este final», admite Martínez. Interpretarán el repertorio «más extenso» de toda su carrera, y lo harán en muy buena compañía y entre muchas sorpresas. Y después, ¿qué? Ninguno de los componentes de la banda tiene un plan B. El Columpio ha sido su vida durante más de dos décadas. «Va a ser un choque fuerte; pasar de estar en movimiento constante a parar. Me imagino que nos daremos un tiempo. Ahora mismo solo nos importa cada concierto de la gira», señala. Sobre las posibles tentaciones de añadir un último concierto o festival más, Martínez se muestra tajante: «No. Habrá quien piense que estamos en ese punto como los Rolling Stones, pero no es el caso. El de La Riviera será el último concierto», asevera.

Como en casi todas las buenas historias del rock n' roll, todo empezó con una maqueta. Una demo que rodó por un sinfín de concursos, entre ellos el de Radio 3 o el FIB, y con la que ganaron Maketa Lehiaketa de Euskadi Gaztea, en el año 2000. Tres años después editaron su debut homónimo, el famoso 'disco del imperdible' (Astro Discos). La banda se ha mantenido «analógica» y al margen de modas, si bien se han puesto las pilas con el algoritmo y las redes sociales; siempre, eso sí, fieles a su impronta afilada cual imperdible abierto. Fueron pioneros en mezclar punk con ritmos electrónicos, todo ello adulterado con las letras crípticas de Albaro Arizaleta, letrista, cantante y batería del grupo.

Dieron el pelotazo con 'Toro' -incluido en su álbum 'Diamantes' (Mushroom Pillow, 2010)-, el 'antihit' que catapultó una arriesgada carrera de «experimentación pura y dura; de búsqueda de estilo constante», según explica Cristina Martínez. El objetivo era crecer en la música sin concesiones comerciales ni de ningún otro tipo; «ni un paso atrás, siempre con el afán de intentar superarnos», apunta la voz y guitarra del combo de Pamplona, orgullosa de haberse mantenido «coherentes» durante todo el periplo. «Por supuesto que hemos tenido muchas dudas; nos llamaron locos, nos dijeron de todo. Discos nuestros por los que no daban un duro ahora son valorados. Recibir este reconocimiento es muy enriquecedor. No estábamos tan equivocados», defiende.

Ironías de la vida, 'Ataque Celeste' (Oso Polita, 2020) fue su último lanzamiento, un elepé que se publicó apenas días antes del confinamiento provocado por el ataque de la covid. El parón de la pandemia, que dio al traste con la gira, aceleró la decisión de retirarse de los escenarios. Pero aún quedan muchos días de furgo, de compartir horas de sueño, desvelo, charlas, risas y las playlists que pincha su conductor Pepón. «Subirse a la furgo es un espectáculo», afirma sonriente Cristina Martínez, quien mira metafóricamente por el espejo retrovisor y agradece «todos los raticos buenos que pasamos con el equipo, que es una gozada. Los almuerzos, las pruebas de sonido, todos los técnicos que nos han cuidado tan bien». Consciente de que esta «aventura de no parar» ha pasado muy rápido, se muestra satisfecha del camino recorrido junto a El Columpio Asesino. «Todo el esfuerzo ha merecido la pena; al final, le hemos dedicado la vida a esto».