The Strokes, siempre 'cool'
Bilbao BBK Live ·
El quinteto neoyorquino convenció al público con un repertorio infalible, un sonido potente y su clásica actitud estática y contenidaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Bilbao BBK Live ·
El quinteto neoyorquino convenció al público con un repertorio infalible, un sonido potente y su clásica actitud estática y contenidaThe Strokes siempre han representado un concepto muy específico de lo 'cool'. Su música es algo así como un rock garajero estilizado, estetizado, que parece remitir a numerosos sonidos del pasado pero no se parece exactamente a ninguno, y salen a defenderla con una actitud ... pinturera y contenida, con solvencia pero sin desmelenarse. Su concierto de esta madrugada en el escenario principal del Bilbao BBK Live ha respondido a esas coordenadas que mantienen desde sus comienzos: el éxito estaba garantizado desde el principio por un repertorio que cuenta con varias bazas infalibles y por un sonido contundente y claro, que permitía apreciar su juego instrumental, pero a la vez se podía echar de menos un poco más de pasión, de arrebato, algún momento de ímpetu que los apartase un milímetro de las versiones grabadas.
Claro que, entonces, quizá los Strokes no fuesen los Strokes, porque su fórmula (que marcó un hito con su álbum de debut, 'Is This It', saludado en 2001 como una recuperación del vigor roquero) nunca ha incluido estructuras libres ni desvaríos improvisados: lo suyo es un estilo tirante, milimétrico, caracterizado por la tozudez percutiva de las guitarras rítmicas, una batería de aire casi maquinal y la voz singularmente envuelta en distorsión de Julian Casablancas. Con quince minutos de retraso, abrieron fuego con uno de sus temas más enérgicos, 'Heart In A Cage', y ya ahí quedaron claras dos cosas: que la cosa sonaba divinamente y que no se podían esperar grandes movimientos por el escenario. The Strokes son músicos estáticos, capaces de mantenerse prácticamente inmóviles durante una canción entera, hasta el punto de que sus estampas en las pantallas parecían a veces fotos fijas. Tampoco la comunicación con el público es su especialidad, porque los parlamentos de Casablancas sonaron más a chistes privados que a verdaderos intentos de interacción con el público.
Pero quedaba la música, claro, y ahí tenían las de ganar, con un repertorio centrado en sus tres primeros álbumes que reprodujo con precisión hasta los solos de guitarra. El público, entregado y con ganas de fiesta, se fue animando en oleadas, a medida que iban sonando los temas más emblemáticos del quinteto neoyorquino: corearon 'New York City Cops', rompieron a bailar con 'Hard To Explain' y alcanzaron cierta locura generalizada con 'Reptilia', en la que miles de voces reprodujeron los acordes de la guitarra rítmica. Los Strokes no se despeinaban ni siquiera en sus clásicos finales repentinos: Casablancas cantaba de medio lado y ligeramente encorvado, Albert Hammond Jr se animaba de vez en cuando a dar algún salto, Nick Valensi cultivaba cierto abandono 'stoniano' y el bajista y el batería componían estampas admirables de estetas del rock and roll. Para el final se reservaron cuatro temas de eficacia probada: 'Soma', 'Someday' y, tras hacerse de rogar un poco, los bises 'Is This It' y 'Last Nite', pura esencia 'stroke'. Ah, ya se habían marchado del escenario cuando una animación en la pantalla del fondo despidió a los espectadores con un «thanks».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.