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La fiesta comenzó a las cuatro de la tarde.

«Esto es mucho más que música, son parte de nuestra vida»

Una fiesta en la fan zone con actuaciones de bandas locales, djs, talleres... sirvió para caldear el ambiente antes del concierto

Lunes, 15 de julio 2019, 00:22

La fiesta en Kobetamendi empezó mucho antes de que el trío saliese a escena para despedirse de sus fans vizcaínos y muchos otros llegados de provincias limítrofes. La ocasión lo merecía. El grupo euskaldun más internacional del momento aprovechó las instalaciones del Bilbao BBK Live, ... que bajó la persiana en la madrugada del domingo para organizar su propio festival con conciertos de bandas locales, djs, talleres y con una larga lista de invitados de primer nivel como El Drogas, Aiora Renteria de Zea Mays, Ricky Faulkner, Facu Díaz y Aitor Gorosabel, de Su Ta Gar...

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Familias, parejas, cuadrillas... Todos fueron aclamados por miles de devotos que festejaron los 25 años de recorrido de una banda que dice adiós en su mejor estado de forma. Nadie quiso perdérselo. Andoni, Irati y Lide llegaron con el resto de sus amigos desde Hernani e Igorre con un objetivo claro: tomar posiciones en primera fila. Una espera de cinco horas. Desde las cuatro de la tarde hasta que empezó el concierto, tan solo se movieron para hacer las pertinentes visitas al baño y para echar un vistazo a la zona de merchandising, con artículos creados exclusivamente para la ocasión. «Cuando anunciaron que lo dejaban pensé 'mátame'. No podíamos perdernos la oportunidad de venir, así que compramos la entrada en cuanto salió».

70 creadores vascos

Algunos de los asistentes ni siquiera tuvieron que pagar por ella. Ager, desde la tripa de su amatxu Naiara, asistió sin saberlo a una jornada histórica para el rock vasco. Vino en familia, con su pareja Endika y los pequeños Josune y Oier. «Tener hijos pequeños no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar. Por la tarde hay un ambiente tan bueno como en un Ibilaldia y es una forma de que vayan mamando la cultura». Lo dijeron mientras se acercaban a la zona de talleres infantiles con materiales reciclados, donde una simple pajita de plástico se convertía en una rústica trompeta ante la mirada sorprendida de los más pequeños.

Bandas locales animaron el ambiente.

Alrededor de 70 creadores vascos animaron la jornada. Un buen reclamo para que las campas de Kobetamendi estuviesen de lo más animadas incluso dos horas antes de que los altavoces del escenario principal acaparasen toda la atención. Antes, el protagonismo se lo llevaron grupos locales como Atzapar Rock, Huts y Natali. «Conseguimos entradas para el último concierto de Pamplona, así que no teníamos tanta urgencia por venir a Bilbao, pero al ver la lista de invitados y el festival que iban a montar, nos animamos», comentaban Maialen, Irune, Mireia y Ane, de Oiartzun.

Pero hasta en las mejores celebraciones se puede escapar alguna lagrimilla. Ander, antes de ir a la carpa de conciertos Ahotsenea, recordaba los siete años que lleva siguiendo a la banda. «Sé que no es mucho tiempo, pero de alguna forma son parte de nuestra vida y nuestra cultura. En este concierto se juntan muchas emociones y el amor a una lengua. Esto es mucho más que música», confesaba emocionado. El rock también es esto, sentimiento a flor de piel.

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