Mucho más que un maratón de conciertos

Uno de los mantras del festival es la sostenibilidad. Este año, con el objetivo de reducir la huella de carbono de cada asistente, se han organizado marchas a pie para recorrer en compañía los 2,5 kilómetros que separan al recinto del estadio de San Mamés. Incluyen un par de charangas para amenizar el paseo, maquillaje y pegatinas para completar el look, una ruleta con premios y el vaso oficial de regalo.

Puedes subir al festival sin tener muy claro a dónde te irás de vacaciones este verano y volver a casa con un viaje gratis. Una decena de marcas regalan merchandising y organizan actividades para los festivaleros. Puedes hacerte un tatuaje, conseguir una mochila de una compañía de comida vegana o hacerte con un sombrero para protegerte del sol. Ojo, que también hay sorteos para ganar el abono del BBK Live de 2024. Quien no salga agraciado tiene la oportunidad de comprarlo a 120 euros, con un descuento especial.

La oferta gastronómica del BBK Live es tan amplia que a veces el menú se decide en función de la cola que hay que hacer para pedir la cena. Se acabó además el mito de que en un festival solo hay comida basura. Tienes la oportunidad de comer un poke con salmón por 14,95 o pedir un pollo asado entero para compartir con la cuadrilla. Esto último lo puedes adquirir en el Jantoki, una zona instalada en la cervecera Cobetas, que aprovecha sus instalaciones para ofrecer comida de varios restaurantes. Panda prepara woks de arroz y gyozas; Thate, perritos calientes desde ocho euros; Cachito mío, empanadillas argentinas por cuatro y Foodoo, wraps de pollo o vegetales y un delicioso brownie por cinco euros. Cómo no, tampoco podía faltar uno de los productos más de moda ahora mismo: por 10 euros puedes comerte una smash burguer viendo tu concierto favorito. Y si no comes carne, no te preocupes: una furgoneta 100% vegana despacha perritos a 7,5, hamburguesas a 9,5 y nachos por 7.

Aunque los pronósticos no auguren un festival tan caluroso como en años anteriores, conviene estar siempre bien hidratado y con la garganta a punto para cantar a gusto en cualquier concierto. Este año la lista de precios es la misma que la del año pasado. El vaso reutilizable cuesta tres euros, igual que el botellín de agua. Si te da igual que sea mineral, la de los grifos del baño es potable. Te ahorras unos euros y encima ahorras plástico. La caña cuesta cinco euros y el katxi hasta arriba, el doble. Por cierto, se puede pedir cerveza sin alcohol o sin gluten. Un cubata cuesta 10,50 y un refresco, cuatro. Y antes de invitar a completos desconocidos a una ronda de chupitos, ten en cuenta que cada uno se paga a cinco euros.

¿No tienes en tu armario la camiseta de tu grupo favorito o te ha gustado tanto esa banda que no conocías que quieres comprarte su camiseta? Este es tu sitio. El BBK Live cuenta con una zona de merchandising de las bandas que actúan estos días en el festival. Puedes comprar camisetas de Idles con la cara de Lady Di por 40 euros o las de los cabezas de cartel Florence and the Machine y Arctic Monkeys por 35. La sudadera de The Chemical alcanza los 70 euros.