Love of Lesbian brilla con un concierto espectacular

Siempre capitaneados por Santi Balmes, LOL en 2005 sacaron su primer álbum en español y su horizonte se amplió. Al Bi-bi-key vinieron a presentar su octavo álbum, 'V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada)', y tocaron 12 canciones en 67 minutos. «Es complicado para nosotros resumir una discografía en 70 minutos, u 80, no sé», dijo Balmes, que vistió dos camisas, se puso las gafas para leer del teleprompter alguna letra, tocó teclados, actuó próximo a la masa y agradecido a Bilbo (así lo dijo todo el rato) y Euskadi, y en una ocasión usó un micrófono con cámara subjetiva que le agigantaba como al lindo gatito pegado a la jaula de Piolín.

El concierto fue espectacular (septeto dispuesto en varios niveles en el escenario, batería y percusión, pantallas gigantes que funcionaban desde lo astral hasta los planos de los actuantes, muy buen sonido...), la banda brilló en la campa San Miguel a pesar de que aún reinaba la luz de la tarde y el repertorio discurrió en U, empezando con potencia de estadio ('Nadie por las calles' resonó a Sprigsteen con sus coros ooohhh), y acabando, con otro acelerón (rocks como 'Los irrompibles'). Y en general se respiró una agonía vital metafísica provocada por la cosmovisión de Balmes (muchas referencias siderales a lo Izal y, claro, a lo Bowie, desde 'Cosmos (Antisistema solar)' hasta '1999', 'Allí donde solíamos gritar', etc.), un Santi Balmes que desesperanzado en estos tiempos impíos llegó a cantar en 'Belice' que «a quien madruga... Dios no existe».