
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«¡A bailar! ¡El cuerpo pide marchaaaa!» «¡Dale! ¡Dale!». Así jaleaba Josu al pequeño Eneko, que daba saltitos y giraba como una peonza. Todo un Ricky Martin en potencia, con mucho garbo y sentido del ritmo. Este mediodía se vivía un ambiente muy marchoso en la Gran Vía, junto a la Sala BBK, donde se había montado un escenario al aire libre. Pocos minutos antes del concierto de Goxua'n Salsa, una orquesta con sede en Pamplona que combina ritmos latinos y letras en euskera, ya se contagiaba el jolgorio de padres a hijos. Y viceversa. Nadie se quedaba fuera.
El público era muy diverso y entusiasta, ideal para el primer concierto de la programación del BBK Live Bereziak que ofrece actuaciones gratuitas en el centro de Bilbao. El festival de Kobetamendi vuelve a la carga tras el parón de dos años por la pandemia y está claro que hay hambre de actuaciones masivas en el monte. Pero la maratón musical que se prolongará hasta el domingo también tiene mucho que ofrecer en las calles del botxo. Bien que lo han demostrado los músicos navarros y colombianos de Goxuan'n Salsa, con versiones en euskera de temas como 'Lágrimas', de Roberto Blades, y 'Llorarás', de Óscar D' León.
Sin que faltaran clásicos en castellano, como 'Del puente p'allá', del Grupo Niche, y 'La cura', de Frankie Ruiz. O una adaptación salsera de 'Lorak Eskeintzen', de Gatibu, que ha servido para soltar a los más envarados. A los pocos minutos, ya se daban palmas, se movían los pies y una decena de espontáneas más dos vascos valientes, bailaban en las primeras filas. El espectáculo estaba desatado. «¡Qué bien lo hace esta orquesta! ¡Se me van los pies solos!», aseveraba Nieves, una venezolana casada con un bilbaíno que no puede vivir sin la música del Caribe.
A su lado, Catalina, que es de Huelva pero vivió una época en Cuba, sacaba el móvil con los ojos brillantes. «Qué bonito que haya música para todos», susurraba con emoción. Ante este panorama tan entregado, los cantantes de Goxuan'n Salsa no ahorraban energías, muy bien arropados por las congas, timbales, maracas, bongó, bajo eléctrico, campana, piano y sección de metales (trompetas y trombones). El punto de caramelo llegó con los arreglos latinos de 'Bueltatzen', de Berri Txarrak, que la mayoría siguió con movimientos sincopados de cabeza. «Yo soy un torpe pero llevo la música por dentro», confesaba Iñaki muy serio, apoyado en una valla, con el periódico bajo el brazo.
Desde el escenario, los músicos de Goxuan'n Salsa disfrutaban del momento, con un sonido compacto y sin fisuras, como ellos mismos. Nacieron como grupo a principios de 2020 y el coronavirus no ha podido con ellos. Son 14 hombres y una mujer, han lanzado dos singles y tienen previsto lanzar su primer disco a finales de este año. Están de racha y no han hecho más que empezar.
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