Un festival para el recuerdo

Aunque suman dos continentes y tres países de origen, la vida les juntó en Vitoria, la ciudad en la que residen. Aficionados a la música, son fieles a dos festivales: «Al Azkena vamos por la música, porque nos gusta mucho el rock, pero al BBK Live venimos sobre todo por el ambiente, el desenfreno. Da igual que tengas 25 que 40, todos convivimos felizmente. Nos flipa». Están a punto de cumplir las diez ediciones y cada vez su playlist del festival es más larga: «Die Antwoord fue bestial, los Beach Boys fueron una pasada y el año pasado nos encantó el concierto de Idles».

¿Y qué se llevan de esta edición? Su viaje a los ochenta, de donde son «originarios», de la mano de Grace Jones. «Musicalmente, ni frío ni calor, pero el resto nos alucinó: el espectáculo, los cambios de vestuario y que con los 76 años que tiene sube la pierna hasta sitios insospechados. Yo no soy capaz ahora. De hecho, estamos acostumbrados a ver a artistas de esa edad en el Azkena, pero ninguno tiene ni de lejos la misma vitalidad. Nos pasamos medio concierto con la boca abierta», valora Gustavo. Sus dos amigos se llevan además un auténtico descubrimiento: es absolutamente imposible sentirse indiferente ante Albert Pla. Como para no alucinar con la que montó en la carpa. «Flamenco, rumba, trap, jazz... con tanta variedad, siempre descubres alguna joya».

Peio y Ane no quieren perderse nada. Miran a todos lados mientras avanzan de la mano de su amatxu. Erika conoce bien el Bilbao BBK Live, es de las que cuenta con bastantes ascensos a Kobetamendi en su haber, pero para ellos, a sus 8 y 10 años, está siendo toda una experiencia. Su foto para el recuerdo, por lo tanto, no podía ser otra que la primera. Sus segundos iniciales como festivaleros. Una de esas instantáneas que mandar al grupo de whatsapp de la familia, compuesta además por gente del mundo de la música. Por eso, no es de extrañar que en casa suene mucho «indie, sobre todo en castellano». Su plan lo conformaban Alcalá Norte y Zea Mays, un grupo que gusta mucho a los txikis. «Y Columpio Asesino», puntualiza Ane, que quiere exprimir al máximo su debut. La amatxu recoge el guante y promete que si el cansancio no se hace más fuerte que ellos, estarán presentes en la despedida de la banda navarra. Su descubrimiento este año ha sido Nunatak: «Me gustaron mucho».

Lina Renteria ha perdido la cuenta de los 'BBKs' que tiene a sus espaldas, pero sus amigos malagueños suman este año su segunda pulsera. Les parece un momento perfecto para venir de visita. «Kobetamendi es muy energético, se respira monte, me siento como en el cortijo de mis abuelos», bromea el andaluz. En sus looks no falta el brilli brilli y su propio merchandising. «Mira qué tote bag tan chula tiene Marta, es de 'La Brava', mi barbería del Casco Viejo», se enorgullece Lina mientras muestra el selfi más salvaje que tiene en su galería.

La pasada edición les regaló a los malagueños a Röyskopp, unos djs suecos a los que no conocían y de los que ahora son fieles. Tanto es así que pronto irán a Barcelona para verlos: «Fueron un regalo». La bilbaína destaca con pena «el concierto que no pudo ser de Amy Winehouse», que canceló su actuación en Kobetamendi por motivos de salud y falleció meses más tarde. De lo que sí ha disfrutado de lo lindo es de grupos como Prodigy y Placebo. Eso sí, si tienen que quedarse con algo, los tres coinciden en resaltar la magia del escanario Basoa. «Es como un agujero negro, absorbe todo lo malo. El humo, las luces... y si encima llueve un poco, se convierte en un sitio mágico».

«Este festival nos hace volver a creer en el ser humano». Así de rotunda es Rocío al explicar su pasión por Kobetamendi. Coldplay y el concierto fallido de Amy Winehouse les trajeron hasta aquí la primera vez, pero ahora lo que menos miran es el cartel. Siempre eligen una única jornada para venir, pero hacen que sea inolvidable: «Para nosotros se convierte siempre en el mejor día del año». Su instantánea más molona es junto al escenario principal, donde buscan el mejor sitio para ver a Columpio Asesino, que le encantan a su amiga Guayarmina. La banda navarra se despide de los escenarios, pero lo suyo con el BBK Live es «amor para toda la vida». Son fans de Arcade Fire, se dejarán caer por Basoa, «que mola la de Dios» y el resto, que les sorprenda. «Siempre descubrimos algo chulo, El año pasado nos encantaron Arde Bogotá y Röyskopp», recuerda la pareja, que ya cuenta los días para volver el año que viene. «Nos gusta tanto que la semana antes de venir, estamos con la ilusión metida en el cuerpo».