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No todo son malas noticias, incluso cuando se trata de decir adiós. Porque en algunas culturas los funerales son una gran celebración. La transición de la vida a la eternidad. Y la del rock tiene mucho de esto. Berri Txarrak se despidió ayer de Bilbao ... con un macroconcierto en Kobetamendi. Una fiesta en toda regla que empezó mucho antes de que el trío saliese a escena. El grupo euskaldun más internacional del momento aprovechó las instalaciones del BBK Live para organizar su propio festival ante 20.000 seguidores con conciertos de bandas locales, talleres y bertsolaris.
Perfectos teloneros antes del plato fuerte. Berri Txarrak dedicó sus primeros acordes a 'Beude', el tema que repasa los escenarios vascos más importantes de su carrera. Desde anoche a esa letra habría que añadirle una nueva localización. Kobetamendi rugió desde ese primer tema con un concierto que dobló en asistencia al del BEC, el mayor hasta la fecha. Ayer nadie quería que la noche se acabara. Cuesta decir adiós. Tanto que el repertorio no estuvo cerrado hasta el último momento. Con cerca de cuarenta canciones, la banda liderada por Gorka Urbizu escribió su última página en Bilbao con tanta fuerza como siempre, pero con más emoción que nunca. Una reverencia, pisaron el acelerador y se olvidaron de los frenos.
Algunos de sus miles de seguidores allí congregados quizá no vuelvan a ver al power trío. Lo que sí es seguro es que nunca lo harán de una forma tan épica. Junto a 17 invitados desgranaron temas que marcaron una época. La desgarradora 'Oihu' sonó más fuerte que nunca junto a Aitor Gorosabel, de Su Ta Gar, y 'Maravillas' volvió a tocar la fibra, aunque esta vez con la ayuda de El Drogas y la luz de miles de móviles al compás. Ricky Falkner y Martí Perarnau IV acompañaron a la banda en los temas de su penúltimo disco -que contó con la producción del primero de ellos- y David Ruiz, el burgalés vocalista de La M.O.D.A., hizo sus pinitos con el euskera. Matxet se lanzó sobre el público y Facu Díaz cogió las baquetas mientras Toni Mejías (Los Chikos del Maíz y Riot Propaganda) rapeaba. Matt Sharp, ex Weezer y actualmente en The Rentals, puso la nota internacional sin amedrentarse tampoco con la lengua vasca. Sonó 'Oreka' con la dulce Anari en un registro más cañero, invitaron a Aiora Renteria, «la mejor voz de Euskal Herria» y reservaron 'Min hau' para Nerea Urbizu, de Ene Kantak y Katamalo, y hermana del vocalista. Todo ante una masa que lucía camisetas de la banda de todas las épocas. 25 años dan para mucho. Incluso para conquistar Japón, donde tocarán en septiembre. Y todos los puntos de la geografía española. Urbizu dio las gracias a los fans llegados de Madrid, Cataluña, Asturias, Andalucía y hasta Canarias.
Aunque estuvieron en todo momento bien arropados, prefirieron decir hola y adiós en solitario, de una forma más íntima, aunque sin bajar el pistón. Era lo que esperaba su público. La de ayer era la noche de Gorka Urbizu, David González y Galder Izaguirre. Con 'Katedral bat', se apagaron los focos. Y todos desearon que la noche volviera a empezar.
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