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Decir que la de este año es la edición más esperada es una verdad como un templo esta vez, aparte de un cliché. El Azkena Rock ya se siente en la ciudad, especialmente en los alrededores de Mendizabala, donde han aumentado los decibelios con las ... actuaciones que ya han comenzado de grupos como Dirty Honey, Hiss Golden Messenger, Morgan Wade, Morgan, y leyendas como The Offspring o The Toy Dolls. Y ha llegado acompañado de una ola de calor, y al menos dos lipotimias, a primera hora de la tarde en el entorno de Mendizabala en una jornada para la que se esperan unos 15.000 espectadores. La más esperada, y la más calurosa. De hecho, la organización ha instalado treinta puntos de agua potable en el recinto del festival.
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Abanicos, crema solar y muchas botellas de agua se han convertido en los principales accesorios. De hecho, las ambulancias atendieron al menos a dos personas por golpe de calor al mediodía en las inmediaciones del recinto. Las altas temperaturas que marcaba el mercurio a primera hora de la tarde hizo que la mayoría de acampados buscara la sombra en los árboles cercanos de calle Maite Zúñiga, cerca a la entrada del camping, a cinco minutos del acceso al recinto. Allí desplegaban los 'azkeneros' sillas y mesas plegables. Desde las redes sociales del festival ya avisaban de las altas temperaturas y recomendaban a los asistentes acudir con gorras y crema solar. «Estaría bien tener más zonas de sombra en el camping», era el comentario generalizado en la zona de acompada junto a la queja por la falta de fuentes con agua fría allí.
«Nos hemos comprado una nevera estupenda», comentaban Amaia (30 años), Irune (25) y Ariane (28), tres amigas bilbaínas, dos de ellas que debutan como público y también en el 'glamping' que incluye desayuno, una copa de lambrusco y un antifaz para dormir. No tuvieron que montar la tienda y traerla. Ariane, que no se ha perdido casi ninguna edición desde 2011, contaba que Social Distortion y Black Mountain eran los grandes alicientes más allá de las estrellas.
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Otra familia 'azkenera' venida de Barcelona y habitual de la cita desde hace una década contaba que había más ganas nunca. «Nos hemos hecho una fotografía en el pasillo de 'estrellas', hemos comido bien y reposado. Hay que tener cuidado, pero hay muchas ganas de liberarnos y saltar y bailar», contaba Estrella, acompañada de los Danis (padre e hijo) y Nina. «Es el único festival en el que te encuentras con el gusanillo del rock, el rock es mala leche y actitud, y aquí lo tenemos». En el certamen vitoriano se encuentran con amigos de Bilbao, Madrid, Palencia y Zaragoza. La entrada ha permanecido demasiado tiempo guardada en el bolsillo, casi tres años. «No la devolvimos, siempre estamos ahí apoyando».
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