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Leire Larrazabal
Martes, 2 de abril 2024, 22:22
Los menores de hoy en día viven desde que nacen rodeados en un mundo de pantallas; por lo tanto, utilizan internet o cualquier dispositivo digital que cae en sus manos de forma natural, intuitiva y sin miedo. Craso error. Internet y niños se ha convertido en un cóctel letal. Los riesgos se solapan en internet para los pequeños, ya que el 16,5% de ellos sufre a la vez 'grooming' (un adulto se hace pasar por menor), abuso en el seno de la propia pareja y ciberacoso, según una investigación liderada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). «Esto evidencia que los riesgos online para los adolescentes no son problemas aislados, sino superpuestos», advierten.
El estudio analizó la prevalencia de la solicitación/interacción sexual en función del sexo y la etapa de la adolescencia y la relación de esta problemática con la cibervictimización entre iguales y el abuso online en la pareja, así como su impacto sobre la calidad de vida. Las conclusiones mostraron que el 33,9% de los menores había sufrido algún tipo de victimización online. Los adolescentes víctima de los tres riesgos a la vez (16,5%) fueron los que presentaron puntuaciones de calidad de vida significativamente más bajas.
Así, el 12,6% de los menores recibió solicitaciones sexuales -tales como la petición o la recepción de fotos o vídeos, así como preguntas de índole sexual- y el 6,4% llegó a interactuar sexualmente con adultos, bien a través del envío de materiales o, alrededor del 1% de los casos, en persona. Las chicas fueron quienes con más frecuencia recibieron peticiones sexuales de adultos, sobre todo en la franja de 14 y 15 años, según concluyeron los investigadores, procedentes también de la Universidad de Valencia y de la UPV.
Para realizar el estudio, liderado por el grupo Ciberpsicología de UNIR, participaron más de 3.500 estudiantes, entre 10 y 15 años, de casi una treintena de centros españoles en nueve comunidades autónomas: Aragón, Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Valencia, Galicia, País Vasco y Asturias.
En definitiva, «internet es una fuente de oportunidades, pero también de riesgos para los niños y los adolescentes. Muchas veces la investigación se focaliza en un problema, pero si agrandamos el angular y analizamos conjuntamente varios riesgos simultáneamente. Además, vemos cómo los menores que recibieron solicitudes o interactuaron con un adulto en internet tuvieron aproximadamente el doble de prevalencia de cibervictimización o abuso online en la pareja», puntualiza Joaquín González Cabrera, coordinador del estudio.
El trabajo pone sobre la mesa la necesidad de abordar las distintas problemáticas de una manera integral, en tanto que los riesgos asociados a internet no se producen de forma aislada, sino que solapan con frecuencia en un mismo individuo. Los investigadores, a su vez, comprobaron los efectos de los diversos tipos de victimización online que sufrían los adolescentes sobre la calidad de vida en relación con la salud. Los resultados mostraron que los menores víctimas de los tres riesgos simultáneamente tenían puntuaciones de calidad de vida significativamente más bajas que aquellos que no presentaron problemas o solo presentaron uno.
En conclusión, «estos resultados ahondan en un problema importante y que cada vez resulta más evidente: los chavales están expuestos a muchos riesgos en internet. Por esa razón, las acciones educativas que generamos deben intentar prevenir estos riesgos de forma conjunta. Tanto la investigación de estos riesgos en internet, como su prevención, ha de ser global y para ello llevamos varios años trabajando en un Programa de Prevención multirriesgo: Safety.net», concluye Jessica Ortega-Barón, primera autora de este estudio.
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