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MANUELA DÍAZ
Martes, 4 de mayo 2021, 21:10
En España, uno de cada cuatro alumnos termina su escolaridad sin poder comprender un texto complejo. Lo dice el informe PISA. Un dato que miran con preocupación desde el sistema educativo y las familias y que ha vuelto a la palestra en la quinta edición del Congreso Internacional de Comprensión Lectora de Infantil y Primaria (CICLIP), una iniciativa de la Asociación Leobien en colaboración con Método Supertics y Edebé que tiene como objetivo fomentar la lectura y mejorar la comprensión lectora. ¿Por qué la comprensión lectora está retrocediendo? ¿Qué está ocurriendo?
«El problema no es tanto por el gusto por la lectura, sino porque faltan estrategias para comprender el texto», explica el docente Óscar Abellón, director y profesor de Matemáticas en Escolapios de Soria, un centro que supera a Finlandia en innovación lectora, y uno de los ponentes de este congreso celebrado de manera virtual en marzo. Según este experto en innovación lectora, «si un estudiante no tiene una buena comprensión lectora, no podrá resolver un problema de matemáticas». De ahí la necesidad de reforzar en los planes educativos esta competencia ya que «a mayor comprensión lectora, mejores rendimientos en el resto de campos de conocimiento».
Para Abellón es necesario trabajar con rutinas desde la etapa infantil para lograr una mejor predisposición a la lectura. Esto no significa que haya que empezar a enseñar a leer a los cinco años, sino que a través del juego y de diversas herramientas para el desarrollo del músculo ocular, se vaya preparando la visión y madurez lectora de los niños y niñas para que, llegado el momento, comiencen el aprendizaje de la decodificación.
El experto admite que a partir de 5º de Primaria se produce un déficit por el gusto a la lectura. Ese es el momento en el que las escuelas deben elaborar un plan lector para que los escolares se interesen por la lectura, pero también para lograr que trabajen todo tipo de textos, no solo literatura, sino relacionado con el ámbito científico o histórico.
El confinamiento escolar forzoso, las clases telemáticas, la sobreexposición a las pantallas a la que están sometidos nuestros hijos e hijas desde edades muy tempranas, no están ayudando en esta tarea. La encuesta realizada en 2020 a más de 3.200 estudiantes de toda España por la asociación Leobien y dado a conocer en el CICLIP, revela que más del 50% de los problemas de aprendizaje se debe a una falta de comprensión lectora.
Pero, es más, la encuesta también asegura que más de la mitad de los docentes cree que su formación es insuficiente para detectar problemas de aprendizaje lector en el aula y desarrollar metodologías que puedan mejorar el rendimiento lector de sus alumnos. Datos que hacen «imprescindible que desde el ámbito educativo se promuevan estrategias que permitan mejorar la comprensión lectora ya que hay una correlación muy clara entre una buena técnica lectora y el éxito escolar», apunta Abellón.
Las competencias en la comprensión pasan por la capacidad del alumno por «interpretar, reflexionar y valorar», según explica la lingüista Ester Trigo, profesora del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Cádiz, y doctora en Lingüística Aplicada y Enseñanza de Lenguas. «Los estudiantes que fallan en estas tres destrezas suelen tener grandes problemas de comprensión lectora«, señala la también ponente en el CICLIP.
Para Trigo, aunque existe un hábito lector en la infancia, también se percibe un problema de comprensión lectora, es decir, que no entienden lo que leen. «Si no se atiende a este problema de comprensión lectora trabajando desde la lectura intensiva e integrando de forma coordinada la lectura en todas las asignaturas, poco a poco, los niños y niñas van abandonando el hábito lector». Por ello, recomienda «realizar la lista de la compra, localizar los productos en el supermercado, cocinar en equipo, leer las instrucciones de los juguetes, jugar a juegos de mesa, repasar oralmente lo que ha ocurrido en el día, en la jornada escolar, leer antes de dormir, aunque ya los niños y las niñas puedan leer solos». Para Ester Trigo, «tendemos a abandonar estas prácticas que, además de muy placenteras, son muy efectivas para el desarrollo de la comprensión lectora y la educación literaria».
Por ello, los expertos recomiendan leer y hablar de lo que se lee tanto en casa como en las escuelas. «Creo que nuestra principal tarea es generar en nuestro alumnado ganas de aprender, y dotarles de herramientas para construir el conocimiento. Es muy importante desarrollar su autonomía y su capacidad para aprender por sí mismos, pero esto hay que trabajarlo desde abajo», asegura Óscar Abellón.
Según la Asociación Española de Comprensión Lectora, esta competencia «se entrena leyendo». Pero para Abellón no vale cualquier texto, sino que exista una variedad de géneros. Cuantos más tipos de texto lea un alumno, la riqueza que va a tener va a ser más amplia. De hecho, existe una correlación entre el rendimiento en una prueba externa como PISA y la variedad de textos que lee un alumno. Además, lo que aprendan y lean debería tener total relación con la vida cotidiana, para dotarle de un sentido y no para un 'simple aprobado'.
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