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Leire Fernández
Miércoles, 4 de diciembre 2024, 23:03
Con la llegada de la Navidad las casas se engalanan y visten sus mejores galas, o por lo menos unas más luminosas que el resto del año. Sin embargo a la hora de preparar la casa para estas fiestas, decoración, la mesa, etc. debemos tener en cuenta ciertas pautas para que algo que a priori debe ser un divertimento nos vuelva locos.
«Lo primero que debemos tener en cuenta cuando vamos a decorar al casa para Navidad es el espacio que vamos a tener después para guardar todas esas cosas, que luego no nos suponga un problema. Y el espacio también luego en casa para montarlo en Navidad», destaca Estela Moreno, experta en orden y organización.
«Existe una tendencia ahora de que cada Navidad hay nuevas modas de decoración y ya parece que no vale lo de tener el mismo árbol durante 10 años con las mismas bolas, pero eso no es del todo sostenible», insiste. «Muchas veces nos volvemos un poco locos cuando vamos a comprar. Y luego, ¿qué hacemos con todo eso? ¿Quién tiene un garaje grande? ¿Quién tiene un trastero grande? No es el caso de todo el mundo».
Un truco para evitar que los adornos navideños nos sepulten puede ser establecer que cada año solo se compra un único adorno. «Nosotros lo hacemos así. Que también van sumando, pero bueno, como siempre se rompe alguna bola, una que sale por una que entra».
Y, por supuesto, hay que controlar que su colocación no entorpezca la vida familiar del día a día. «Es muy bonito el árbol de dos metros diez por un metro de diámetro, pero igual te impide el paso a la cocina».
Porque aunque en redes quedan muy bonitos en esas casas con salones enormes, no hay que olvidar que la mayoría de las casas en las que vivimos son pisos. «Las redes, Pinterest, las revistas de decoración crean unas expectativas muy altas. Y además pasa una cosa. Decorativamente hablando, el resultado final es muchísimo más bonito cuando tú adaptas y no cuando intentas replicar algo que no se ajusta a tu entorno».
«Al final, un espacio muy recargado donde el árbol de Navidad se choca contra las paredes y contra un mueble, o de repente te tapa la mitad de la tele, o está tapando un radiador o ese tipo de cosas, luego al final no funcionan tan bien en nuestros pisos», reconoce Moreno. «Funciona muy bien en esa foto que has visto, pero ese espacio quizás no sea el tuyo. Y muchas veces algo más pequeño, un par de pequeños árboles en una cómoda, imagínate, haciendo un triángulo decorativo, algunas figuras, quedan muchísimo más bonitas que un pedazo de árbol en mitad del salón», enumera la experta.
Dejar a un lado las expectativas Si tienes niños en casa pensar que vas a lograr ese árbol perfecto y armonioso es una utopía.
Aprovechar la poda Dáte una vuelta por el barrio y recoge esas ramas que han podado de los árboles y que te pueden servir como decoración de mesa.
No uses elementos exclusivos de Navidad La mantelería, la vajilla, las servilletas... si las usas con decoraciones navideñas no podrás utilizarlas también en otro tipo de celebraciones. Hazte con cosas elegantes pero que se amolden a cualquier situación.
Reutiliza y, recicla Esas bolas que ya no pegan con el resto de decoración del árbol pueden servir para decorar la mesa, o ese espumillón que ya no pones para preparar servilleteros.
Da prioridad a tus necesidades Si vas a recibir gente en casa y tienes poco tiempo pide que el resto ayude, utiliza platos de papel o servilletas de usar y tirar. Y establece unas normas que te hagan más fácil la vuelta a la rutina posterior.
Además de controlar el espacio del que disponemos, otra cosa que debemos controlar a la hora de decorar la casa para Navidad son las expectativas. Pensamos que esos momentos de poner el árbol y el belén son una preciosa estampa familiar, pero muchas veces consiguen que nos pongamos histéricos. «Tú no puedes montar ese árbol champán perfecto que has visto en la foto con tres niños pequeños, como es mi caso, porque lo más probable es que acabe decorado con el adorno navideño que han hecho en el cole. Al final se nos va un poco de las manos la finalidad de la Navidad. Quiénes más mantienen la ilusión son los niños, y si tu hijo llega de clase con un adornito y lo quiere poner en el árbol, tú no le vas a decir que no, y eso tampoco debería de suponer un problema para nadie», comenta Estela. «Que también puedes montar una Navidad puramente decorativa, porque no en todas las casas hay una familia con niños, las familias son muy diversas y las hay de muchos tipos, pero en las casas que hay niños hay que adaptarse un poco a eso, hay que entender que es para ellos, entonces tienen que formar parte del proceso», detalla. «Y sí, puede ser un poco caótico, porque la purpurina es caótica, la purpurina es un invento del diablo, es infernal la purpurina, pero es que esto es así y acabará, y además hay que trabajarlo de entrada», afirma. «Mientras tú tengas tu foto de casa de Minnesota en tu cabeza con árbol gigante y que se vean las luces por todo el vecindario, no vas a estar en la realidad de lo que probablemente son las casas de aquí».
Si además de decorar la casa vamos a ser los anfitriones de las fiestas tendremos que tener en cuenta varias cosas para no acabar colapsando. «Lo primero es adaptar un poco todo lo que vayas a preparar, a la situación, a la cantidad de personas que sean, al tiempo que tú tengas disponible», recomienda la organizadora. Y que ayuden todos, por supuesto. «Además no viene mal establecer unas normas y entregar una tarjeta de normas antes de entrar». Algo tan sencillo como descalzarse al entrar, o quitar las alfombras para evitar sustos si se cae vino al suelo, por poner algunos ejemplos. «Todas esas cosas que luego me puedan tener problemas cuando hay mucha gente en casa. Que ya lo han dicho las madres toda la vida: 'yo no disfruto de la Navidad por la paliza que me pego', eso es un clásico de madre y lo sigue siendo, que hay muchos adultos funcionales que siguen dejando que sea la madre la que lo organice todo», lamenta Estela.
Si por ejemplo preparar toda una vajilla pensando en que luego hay que poner varios lavavajillas no te apetece, tampoco es tan mala idea usar platos de papel. «Y si quieres poner una mesa bonita hay muchas maneras sin tener que hacer un gran desembolso».
Precisamente para evitar que nos arruinemos con adornos, mantelerías, vajillas, etc. Estela ofrece una serie de trucos fáciles y además sostenibles. «Yo siempre digo que por ejemplo basta con tener una mantelería bonita, que no tenga adornos navideños sino que nos sirva para cualquier celebración. En los básicos, no te ciñas a las decoraciones navideñas», aconseja. Y para los centros de mesa, coronas, etc. también tiene truco. «Estamos en época de poda. ¿Qué es lo que significa? Que dándonos un paseo, nos vamos a encontrar que están poniendo un montón de plantas que son de un estilo muy navideño y nos sirven para hacer coronas, para hacer centros de mesa, para poner los agregados en la mesa sin tener que dañar las plantas y sin tener que gastarnos un duro», asegura. «Y luego, con las típicas bolas que ya se te han descuadrado de otro año y no tienes suficiente para el árbol, tú haces esa corona o simplemente pones las ramas en la mesa, entre medias pones unas bolitas y tienes, por un lado, que no has gastado y, por otro lado, que las bolas las estás reciclando y esas ramas, al final, cuando han terminado de hacer su función, van a la basura y no has contaminado, no has gastado de más y no van a estar ocupando espacio en tu casa durante todo el año hasta la Navidad siguiente».
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