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Míriam Tirado nos da las claves para criar en pareja sin morir en el intento

Míriam Tirado nos da las claves para criar en pareja sin morir en el intento

La escritora catalana publica 'Criar juntos' en el que ayuda a evitar la desconexión ante la llegada de los hijos

Leire Fernández

Martes, 8 de octubre 2024

La llegada de un hijo es algo tan potente y transformador que inevitablemente provoca cambios en los progenitores. Que la relación de pareja cambie es inevitable, pero ¿cómo lograr que esos cambios no acaben por convertirnos en compañeros de piso? Míriam Tirado, especialista en maternidad, paternidad y crianza, ha publicado 'Criar juntos', una guía en la que da las claves para detectar donde están las carencias y cómo sanar y conseguir que la relación de pareja se fortalezca con la crianza.

- ¿Antes de tener un hijo debemos sentarnos a establecer las bases sobre las que se cimentará la crianza?

Yo diría que es recomendable. Si queremos criar juntos y tener hijos juntos, antes tenemos que tener conversaciones profundas sobre temas importantes: educación, corresponsabilidad, carga mental, organización,... son cosas que a menudo no se tienen en cuenta antes de tener un hijo

- Y luego las bases con las que quieres criar a los hijos pueden cambiar…

Claro, y tenemos que estar abiertos a ese cambio. Pero hay cosas que son formas de pensar que ya se entreven antes de tener hijos. Tú puedes decir «va a dormir en su habitación desde el minuto 1» y luego cambias de opinión, eso no es un tema crucial. Pero si vas a castigar o no, o que hablemos de lo que hemos recibido, si nos gritaban o no, qué nos gustaba y que no de cuando éramos pequeños... esas conversaciones son importantes.

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-Hablas de cómo te remueve el nacimiento de un hijo y que a veces uno de los miembros de la pareja gestiona esa 'removida' queriendo buscar más información y otros evadiéndose, ¿por qué en el 99% de los casos las madres somos el primer caso y los padres el segundo?

¡Ay, ésta es la pregunta del millón! De entrada porque nos interesan más estos temas. Estamos más conectadas con nuestras emociones, además, lo hemos tenido en nuestro vientre, y nos nace un interés como más profundo. Y sí, hay hombres que se interesan, pero no son la mayoría. Y muchos te dicen «leelo tú y si hay algo importante me lo cuentas». Pero he tenido mujeres en mis conferencias que me dicen «he traído a mi marido porque así a ver si oyéndotelo a ti hace más caso». O sea no se interesan para leer sobre estos temas, pero si se lo cuentas tampoco le dan mucha importancia. Y aquí se dan muchas fricciones y mucha frustración para las mujeres. Porque se preguntan si no les interesa su vida en común y su vida en familia. Así la crianza recae en la mujer y si algo no va bien encima luego las culpas son para la madre. Esto crea muchos conflictos y muchas veces los problemas gordos de pareja empiezan así, con desconexión en el día a día de la crianza.

- Hay una escena entre Dolo y Juan en uno de los capítulos, en lo que se refiere a los conflictos en la crianza, que probablemente es de las más habituales en las familias… ¿Se puede no llegar a esa situación?

Yo creo que sí se puede. Cuando hay toma de conciencia de cada uno. Revisar por qué actuamos como actuamos, pero eso implica trabajo personal. Interés por estos temas, que no lo veas como una tontería, o que no caigas en el 'a mí me criaron así y no he salido tan mal'. Si hay esa forma de pensar es difícil, pero parejas que hacen introspección y reconocen los dos que lo hacen lo mejor que pueden a cada momento y en beneficio de sus hijos, se refuerzan un montón con la crianza y evolucionan juntas. Pero requiere muchas conversaciones y algunas incómodas que muchas parejas no quieren tener.

- Estamos en la era de la información, pero también parece la era de la no comunicación…

Y que lo hacemos mal. Caemos mucho en el 'es que tú' y eso invita a la defensa que muchas veces cae en el ataque. Y esto es algo que pasa en todos los países. Yo trabajo con parejas de diferentes países todas las semanas y ya lo ves según empiezan a hablar. Y ahí hay que parar y decir cómo te sientes tú, sin incluir al otro. Y muchas veces esa reacción que nos ha hecho sentir es por algo nuestro, pero que el otro ha removido.

«La crianza requiere muchas conversaciones y algunas incómodas que muchas parejas no quieren tener»

Míriam Tirado

- ¿Es más fácil criar en parejas del mismo sexo?

Yo he tenido parejas heterosexuales y homosexuales en consulta y muchas veces también se encuentran estos problemas. Al final lo que más nos remueve es nuestra propia infancia y si somos conscientes de eso, de lo mucho que nos remueve y si hemos ido sanando nuestras heridas. Hay parejas que lo han hecho y la crianza la tienen bien colocadas porque han hecho mucho trabajo personal. Están al tanto de las cosas que son suyas y no tiene nada que ver con su pareja o su hijo. Y en esta situación hay casos de parejas homosexuales y heterosexuales. Lo que sí es verdad es que el reparto de tareas, la carga mental,... las parejas de mujeres la llevan mejor.

- Uno de los grandes melones de las discusiones de pareja, la carga mental…

Sí, y provocan muchas discusiones. Las tareas cuando no están habladas y uno de los dos siente que hay una situación injusta crea mucho resquemor... Y a veces no se habla porque se piensa que es una tontería, al final es bajar la basura cada día, o pasar la aspiradora... pero cuando se alarga en el tiempo y no se dice lo desgastada que te hace sentir el realizar esas tareas, con el paso del tiempo eso que parecía una chorrada es la gota que colma el vaso. Hablar de las tareas es importante y hay que ir revisando, porque no es lo mismo cuando tienes un bebé, que cuando tienes uno de 7 y otro de 5 que cuando tienen 13 y 17. Hay que ir revisando para que a los dos la situación nos parezca justa y no tengamos ese resquemor porque acaba saliendo. «Es que yo hago más», «pues dime lo que tengo que hacer», «pero ¿cómo que te lo tengo que decir yo?». Esto es habitual.

- Dices en el libro «las expectativas no cumplidas siempre impedían disfrutar el momento», y esto es algo que nos pasa con todo, ¿cómo lo solucionamos?

Hay que ser conscientes de la expectativa que tenía. Entonces cuando no se cumple decir 'no era posible que se cumpliera' y aceptar lo que tienes. A veces las expectativas no son conscientes. Pensamos que cuando tengamos un hijo la pareja va a estar más unida, por ejemplo. Esto les pasa a muchas parejas, que están regulinchi y se les ocurre la maravillosa idea de tener un hijo para arreglarlo. Entonces es muy probable que se den de bruces. Otra expectativa que tienen muchos padres es 'si lo hago muy bien, irá muy bien' y luego no tiene por qué ser así. Estas cosas hacen que la realidad no te guste, pero porque te estás basando en una fantasía. Tenemos que dejar de lado las expectativas y con lo que tenemos decidir qué hacemos.

Planificación

- El tema del sexo cuando se tienen hijos es también un foco de conflictos, lo más habitual por la falta de… ¿planificar el sexo es fundamental cuando se es padre?

A veces no hay otra, jajaja. O le pones voluntad e intención o es muy difícil. Cuando son pequeños porque son pequeños y se despiertan por la noche, o haces colecho, y cuando son mayores porque se acuestan muchísimo más tarde que nosotros. Yo tengo una adolescente y aparece a preguntarte donde está algo en cualquier momento y abre la puerta sin ningún miramiento. A lo largo de la crianza de los hijos, las parejas que están esperando esos momentos espontáneos como cuando eran novios... Yo he tenido parejas que dicen estamos esperando ese momento y llevan 3 meses esperando. Pues como no pongas intención y humor,... porque hay que ponerle humor, la planificación sin humor es muy dura. Las cosas han cambiado y no tiene por qué ser peor. Tenemos una familia y unos hijos maravillosos pero la intimidad es importante también.

- Si preguntamos a las madres te dirán que una de las grandes verdades del libro es cuando él le pregunta a ella, «¿es que ya no te excito?» Y ella le responde, «lo más excitante de mi vida ahora mismo sería encontrarme la casa recogida y dormir por las noches»…

Jajaja, sí muchas mujeres lo dicen. «A mí lo que me parece atractivo es que mi marido cuide de cosas que no tenga que cuidar yo». Cuando una mujer está cansada de esto, no tiene ganas de hacer el amor. Un hombre puede tener un conflicto, pero si tiene ganas adelante. Pero la mayoría de las mujeres hasta que no resuelven el tema que las preocupa no les vengas con historias de sexo porque no. Y esto muchos hombres no lo entienden. En eso somos distintos y si no entendemos cómo funcionamos cada uno será difícil la conversación.

«Con el paso del tiempo eso que parecía una chorrada es la gota que colma el vaso»

Míriam Tirado

- Y cuando planificamos estos momentos solos, esa escapada por ejemplo, Juan y Dolo se preguntan si tendrán algo de lo que hablar. ¿Es un miedo común en las parejas? ¿El de pasar tiempo solos y descubrir que igual ya no te une nada salvo los hijos?

Sí, efectivamente. El pasar tiempo solos y ver que no hay conversación. A mí me vienen parejas felices porque han hecho esa escapada para estar solos y están encantados porque no han parado de hablar y están felices de darse cuenta de que lo suyo aún tiene llama, pero también me vienen los que han visto que no tenían nada que decirse y que están tan lejos el uno del otro que no hay posibilidad de acercamiento. Sobre todo pasa cuando los niños tienen 5 y 3 años, o 6 y 4, que han pasado esta etapa tan intensa a veces están tan lejos que no hay ni ganas de pasar tiempo juntos. Y sale el miedo de afrontar ese momento.

-¿Debemos tener en cuanta que el hecho de criar juntos, no se acaba cuando se rompe la pareja?

Eso es muy importante. Yo a mis hermanos que no tienen hijos les digo que tienen que pensar siempre que la pareja que elijan tiene que valorar que va a ser buena persona siempre, incluso después de separarse. Porque va a ser la madre o el padre de sus hijos toda la vida y va a tener que seguir quedando con él y consensuar mil historias a lo largo de la vida.

-Pero qué difícil es eso...

Sí, mucho. Yo les digo, asegúrate que es buena persona porque si lo son, por lo general, no cambian. Y hablarlo. Se puede plantear 'oye si nos separamos ¿qué crees que va a pasar?'. O ver cómo se comportan con sus ex. Hay gente que reconoce que antes de tener hijos ya detectó algunas banderas rojas, pero no quiso verlas, eso pasa mucho cuando estás enamorado.

Y cuando compartimos crianza con los aitites, ¿qué?

En nuestra sociedad es habitual que se comparta la crianza con los aitites, además de en pareja. Pero ¿cómo podemos hacer en este caso? «Con conciencia y comprensión, de que son de otra generación y nos están haciendo un favor porque no tienen ninguna obligación de cuidar a nuestros hijos», recalca Tirado. «A veces hay padres que son super exigentes con los abuelos y hay que entender que ellos podrían estar haciendo otras cosas». «Todo el mundo se remueve cuando llega un bebé, incluidos los abuelos, y también con ellos se evitan las conversaciones incómodas. Y todo aquello que no se dice queda en el aire. Los conflictos a veces son porque no cumplen lo que les hemos pedido, que no les den dulces, o no les dejen las pantallas... y los abuelos son más flexibles de lo que los padres querrían», detalla la experta. «Hay que actuar con mucha comunicación asertiva y también con vista. Si tenemos unos abuelos que no van a respetar ningún límite que pongamos pues igual hay que buscar otra solución y que los niños estén solo una tarde a la semana con ellos. Porque estar todos los días sin imponer límites no es bueno para los niños». E importante, según la autora, hay que saber qué padres y qué suegros tenemos. «Luego lo que podemos hacer es poner el límite que sintamos que podemos soportar. Marcar lo que nos es tolerable y no nos dañe ni a nosotros ni a nuestros hijos».

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